De visitante, en un escenario –el Concejo Municipal– con clara mayoría del no peronismo local, el diputado nacional y referente santafesino de La Cámpora, Marcos Cleri, acusó a sus colegas de Juntos por el Cambio y el socialismo de haberle dado la espalda a la ciudad por su voto en contra de que los jueces paguen impuesto a las ganancias. El legislador explicó que ese artículo, que la oposición a nivel nacional impidió que quedara incluido en el presupuesto, contemplaba que de lo recaudado por la inclusión de todo el Poder Judicial en el pago de ese tributo se iba a destinar en un 70 por ciento al plan Progresar y en un 30 por ciento para un programa de seguridad e infraestructura para la ciudad de Rosario.

Cleri hizo este planteo en una jornada en la que concejales, legisladores nacionales y provinciales, más representantes de entidades intermedias debatieron sobre el lugar que tiene Rosario en la distribución de recursos en los presupuestos nacional y provincial. El encuentro, convocado por iniciativa de la presidenta del Palacio Vasallo, María Eugenia Scmhuck, y el edil radical Martín Rosúa, tuvo una participación muy mayoritaria del no peronismo, que incluso antes de que se iniciara la actividad mantuvo una reunión aparte para unificar posturas y, más que nada, producir una foto que lo mostrara unido y reactivar así la expectativa en torno a la construcción de un frente de frentes que incluya al socialismo. Esa posibilidad había quedado herida luego de que el sector de Maximiliano Pullaro –ausente en la reunión del Concejo– denunciara un contubernio entre el PS y el gobierno provincial para el nombramiento de decenas de jueces comunales.

Al debate que se hizo en el recinto luego de esa foto opositora en el Concejo estaban invitados todos los concejales y legisladores nacionales y provinciales. Pero, acaso porque entrevieron el perfil político que iba a tener o porque se sabían en minoría y bajo crítica, la mayoría de los peronistas prefirió no asistir.

Así, de quienes hicieron uso de la palabra Cleri se convirtió en la única voz disonante. En medio de discursos que denunciaban discriminación a Rosario en los presupuestos nacional y provincial, reproches porque "no nos cuidan", y la necesidad de activar un fuerte lobby local, lanzó su planteo, que ninguno de los otros oradores –en su mayoría legisladores nacionales y provinciales de la UCR, el PRO y el socialismo– respondió.

El diputado camporista tomó uno de los temas planteados por los legisladores opositores, la necesidad de un aumento en el monto de los Fondos del Conurbano para Rosario y Santa Fe, que está clavado en 30 millones de pesos desde los años 90 a pesar de que en 2017 se actualizó por un decreto del entonces presidente Mauricio Macri el de la provincia de Buenos Aires, y sostuvo que ese reclamo se hubiera convertido en realidad si el Congreso no hubiera eliminado del presupuesto nacional el artículo que contemplaba que jueces y empleados del Poder Judicial empiecen a pagar impuestos a las ganancias.

Cleri recordó que de los 19 diputados santafesinos, solo 7 votaron a favor del artículo que, especificó, contemplaba que el 30 por ciento de lo que se recaudara con esta ampliación del tributo se destinara a un fondo especial para seguridad e infraestructura para la ciudad. “Los otros 12 le dieron la espalda a Rosario”, facturó.

Luego, en diálogo con Rosario3, especificó que su estimación era que eso iba a significar un refuerzo de 22 mil millones de pesos al año para Rosario, cuando los proyectos que hay en debate ahora para actualizar los Fondos del Conurbano plantean llevarlos a alrededor de 12 mil millones de pesos.

Ni antes ni después los oradores de la jornada en la que se reclamó a la provincia mayor atención para la ciudad y la necesidad de conformar un lobby rosarino para defender sus intereses hicieron referencia al tema planteado por el diputado camporista.

Que de todos modos se fue satisfecho con haber sido voz disruptiva y se llevó una felicitación: la de la anfitriona de la jornada, la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck.