Mientras la CGT se movilizaba en Plaza de Mayo, el oficialismo logró este jueves en el Senado el dictamen de mayoría del proyecto de reforma laboral impulsada por el Gobierno.
Sin embargo, el debate en el recinto quedó postergado hasta febrero próximo. La confirmación llegó de boca de la propia Patricia Bullrich, quien lo anunció durante el plenario conjunto de las comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Presupuesto y Hacienda de la Cámara alta.
De esta manera, lo que sí quedará despejado en lo inmediato es el despacho del Presupuesto 2026 y de la ley de Inocencia Fiscal. Ambas iniciativas, que ya cuentan con media sanción de Diputados, serían tratadas y sancionadas en la sesión del viernes 26 de diciembre, con la que se cerrará el período de sesiones extraordinarias convocado por el Poder Ejecutivo hasta el martes 30.
El clima en el Senado se vio alterado por lo ocurrido horas antes en la Cámara baja, donde el Presupuesto 2026 fue aprobado sin un capítulo clave para el Gobierno y en medio de fuertes tensiones políticas. A eso se sumó la polémica distribución de las bancas en la Auditoría General de la Nación (AGN), producto de un entendimiento entre el oficialismo, el kirchnerismo y el gobernador salteño Gustavo Sáenz, un movimiento que generó sorpresa y malestar transversal en la Cámara alta.
La tensión escaló a tal punto que, pasado el mediodía, las conversaciones entre el oficialismo y los bloques dialoguistas estuvieron cerca de romperse. En ese contexto, Bullrich se trasladó de urgencia a Casa Rosada, donde se reunió con el presidente Javier Milei, el ministro del Interior, Diego Santilli, y el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
Tras su regreso al Senado, el escenario empezó a ordenarse. En una reunión realizada en el bloque de la Unión Cívica Radical (UCR), se resolvió avanzar con la firma del dictamen de la reforma laboral —con cambios respecto del texto original— y tomarse todo enero y los primeros días de febrero para seguir ajustando la iniciativa antes de llevarla al recinto.



