Si la Legislatura aprueba tal como fue enviado por el Ejecutivo provincial el proyecto de ley orgánica de municipios, Rosario y Santa Fe elegirán viceintendente ya en los comicios de 2027, aun antes de que cada una de ellas tenga su Carta Orgánica. Los convencionales estatuyentes que tendrán la misión de redactar esa primera miniconstitución de las ciudades autónomas surgirán, justamente, de ese mismo acto electoral. 

La novedad, agregada a la iniciativa por pedido de los actuales intendentes de ambas localidades –Pablo Javkin y Juan Pablo Poletti–, introduce un cambio relevante en el esquema de poder local y abre una discusión que abarca al propio frente oficialista Unidos: hasta dónde puede avanzar la Provincia por ley en la transición hacia la autonomía municipal plena consagrada en la reforma constitucional y qué decisiones deberían quedar reservadas a las futuras convenciones estatuyentes.

La ley en debate es complementaria de la reforma constitucional sancionada en septiembre de este año. Su misión es ordenar el período de transición hasta que las ciudades dicten sus cartas orgánicas, regular aquellos aspectos que no queden definidos en esos textos y funcionar como marco legal permanente para los municipios que decidan no avanzar con la miniconstitución local. La Constitución reformada fija un plazo de un año para adecuar la legislación, por lo que la norma debería sancionarse antes de septiembre de 2026. La iniciativa ingresó por el Senado y en principio se debatiría a partir de febrero. La incorporación de la Viceintendencia es apenas un punto, pero acaso el más polémico, dentro de un proyecto amplio que según fuentes de la administración Pullaro tiene entre sus objetivos "bajar el costo de la política municipal (ver nota aparte).

En el capítulo de autonomía municipal la nueva Carta Magna santafesina contempla la posibilidad de crear la figura del viceintendente. Sin embargo, el borrador original del proyecto de ley orgánica que llegó semanas atrás a los bloques legislativos –al que accedió Rosario3– no la incluía, con lo cual quedaba a decisión de las convenciones estatuyentes locales que deben redactar las cartas orgánicas. 

Según coincidieron fuentes provinciales y municipales consultadas por este medio, fue Javkin el primero que pidió que se sumara la modificación y Poletti respaldó la postura. En el texto que llegó hace algunos días al Senado santafesino se establece que en las ciudades de más de 200 mil habitantes –Rosario y Santa Fe– “el Departamento Ejecutivo es ejercido por un Intendente y en su defecto por un viceintendente, elegido al mismo tiempo, en igual forma y por idéntico periodo que el intendente”.

Es decir que en los comicios de 2027, si se aprueba el proyecto, se votarán fórmulas de intendente y viceintendente. El segundo tendrá la función de presidir el Concejo Municipal y ocupará la conducción del Ejecutivo en caso de ausencia del intendente.

Efectos políticos

El primer efecto político de la incorporación de la figura del viceintendente es que el Ejecutivo pasa a controlar la presidencia del Concejo aun en un escenario en el que pueda quedar en minoría en cuanto a su representación legislativa. Algo que en Rosario ya pasó durante las intendencias socialistas. Eso tuvo impacto directo en la gobernabilidad cotidiana.

El esquema intendente-viceintendente define un formato del tipo presidencialista similar al que hay a nivel nacional y provincial. 

Pero además, la creación de la figura permite a los candidatos a intendente a ampliar y consolidar su marco de alianzas ante la posibilidad de incorporar en la fórmula electoral a un postulante que no sea de su sector. Esto se podría complementar con otra cuestión que se analiza en el oficialismo provincial y municipal: que se establezca un sistema de balotaje. La posibilidad de que se debata ese tema, de todos modos, queda para otra ley que debe tratar la Legislatura, complementaria de la reforma constitucional: la de nuevo régimen electoral. 

Fuentes del Ejecutivo rosarino consultadas por este medio destacan que la de viceintendente sería una figura “virtuosa” para ordenar la transición hasta la sanción de la Carta Orgánica porque “evita roscas interminables” en el Concejo y aporta previsibilidad institucional. “Introducirla por ley es la única manera de hacerlo antes de 2027”, explican, al tiempo que remarcan que la Estatuyente local podrá luego ratificar, modificar o incluso eliminar la incorporación.

Desde el gobierno de Maximiliano Pullaro, en tanto, se atajaron ante los reparos que surgieron al interior de Unidos, donde hay voces que entienden que no hubo debate suficiente dentro de la coalición: “Se trata de un proyecto con múltiples miradas y aportes, que no está cerrado y que puede modificarse durante su tratamiento legislativo. La norma no pretende clausurar debates, sino abrirlos y ofrecer un marco que luego pueda ser mejorado con el aporte de los actores políticos y territoriales”. En ese marco, se explica que el debate comience por el Senado, donde tienen representación los 19 departamentos de Santa Fe.

De hecho, según este funcionario, entre las alternativas que se barajan está la posibilidad de que la Legislatura amplíe la figura del viceintendente a más ciudades, que establezca un criterio poblacional —por ejemplo, para municipios de más de 60 mil habitantes— o que directamente deje la decisión en manos de las futuras cartas orgánicas municipales, como piden algunos sectores con el argumento de que si se resuelve antes se estaría avanzando sobre las autonomías municipales que consagró la nueva Constitución.

El gobierno provincial niega además que busque apurar el debate, que tiene como límite temporal septiembre de 2026.

Apoyos y resistencias

Dentro del oficialismo, es el socialismo, que tiene 14 diputados provinciales y un senador, el sector que plantea la resistencia más fuerte a que se incorpore la figura de viceintendente en Rosario y Santa Fe sin esperar que eso se defina en la Carta Orgánica. Pero no es el único que sostiene que en la previa no tuvo dentro de la coalición el debate interno que esperaban. 

Desde el javkinismo ven en la postura del PS una especulación propia de cualquier negociación política: “Condicionan en este tema para sacar tajada en otro”. Desde el socialismo, sospechan que con su jugada el sector del intendente abre la puerta a una negociación con La Libertad Avanza para la fórmula municipal de 2027.

Mientras tanto, en la oposición panperonista las opiniones están divididas. Entre los concejales, mientras Norma López se manifestó a favor de la creación de la figura de viceintendente que ella misma había incluido en su proyecto de autonomía municipal, Juan Monteverde –edil de Ciudad Futura, casi seguro candidato a intendente y ex convencional constituyente– sostuvo que es una decisión que debería quedar en manos de las ciudades. “Todo lo que tiene que ver con el esquema institucional y de poder local debería definirse en la Carta Orgánica. Esa fue también nuestra posición durante el debate constitucional”, recordó.

En el mismo sentido, Diego Giuliano, abogado constitucionalista y también ex convencional del justicialismo, plantea que el gobierno provincial “no logra vencer la tentación de seguir moldeando la voluntad de las ciudades”.

Giuliano recordó que la Constitución reconoce autonomía plena, que incluye la dimensión institucional y política. “Si luego, por ley provincial, se imponen moldes, se fijan contenciones y se crean nuevas figuras, esa autonomía se vacía de contenido”, sostuvo.