Después del espaldarazo que representó la visita de Mauricio Macri a su comando de campaña, la diputada nacional del PRO María Eugenia Vidal ratificó su voluntad de ser candidata a presidenta, aunque aclaró que la decisión final la tomará en abril. En ese marco, dijo que hay posibilidad de diálogo entre oficialismo y oposición con el límite que con los deshonestos no se negocia, manifestó saber cómo afrontar el problema de la violencia en Rosario y ubicó su experiencia como gobernadora bonaerense como un activo de peso que la avala ante la posibilidad de llegar a la Casa Rosada: “No hay margen para improvisar”.

“Me gustaría ser presidenta. Siento que después de haber gobernado a casi 20 millones de argentinos tengo una experiencia en peleas difíciles que puedo poner al servicio de los argentinos”, sostuvo Vidal en diálogo con el programa De boca en boca, de Radio 2.

Dentro de esa experiencia, mencionó cómo manejó la Policía bonaerense, algo que, entiende, podría replicarse en Santa Fe.  

“Se necesita una reforma de la policía de Santa Fe. No existe una policía a la que le balean una comisaría y no responde y mucho menos una policía que es parte del problema y es corrupta. En provincia de Buenos Aires di una pelea grande: saqué 13 mil agentes corruptos y terminé viviendo en una base militar. Las peleas hay que darlas y esto no es plata, es decisión política”, afirmó.

Además, se manifestó a favor de una reforma de la ley de seguridad interior para que las Fuerzas Armadas puedan intervenir en el asunto, aunque marcó una diferencia con Patricia Bullrich: su idea no es cercar Rosario con el Ejército, sino militarizar las fronteras para frenar allí el ingreso de la droga al país.

“Los rosarinos tienen que saber que no están solos, para nosotros no es un tema menor. Estamos preparados para empezar a cambiar esto desde el primer día”, dijo Vidal y mencionó como punto de partida lo que se hizo durante la gestión Macri, cuando justamente Bullrich era ministra de Seguridad.

La ex gobernadora bonaerense sostuvo que se puede ser firme y a la vez dialogar con la oposición. “Yo goberné cuatro años la provincia de Buenos Aires en minoría y tuve presupuesto todos los años, se limitaron los mandatos de los intendentes y terminamos con las jubilaciones de privilegio. Todo eso se hizo con diálogo. Pero nunca hubiera negociado la impunidad de dirigentes o ser amigos de Venezuela e Irán”, señaló.

Vidal remarcó que tanto ella como Macri hicieron autocrítica de las cosas que hicieron mal durante sus gestiones. “Nosotros enfrentamos una crisis muy compleja desde abril de 2018 y en algún momento nos alejamos de los argentinos. Eso fue un error y un aprendizaje, lo mismo que no haber sido lo suficientemente claros sobre la herencia que habíamos recibido. Y tendríamos que haber hecho los cambios mucho más rápido al principio”, mencionó.

Pero también defendió “cosas buenas”, entre las que incluyó lo hecho en Rosario en la lucha contra el narcotráfico.