Unos 800.000 niños de entre 0 y 14 años que viven con el sida no reciben tratamiento, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el HIV. Si bien es cierto que las pruebas y los tratamientos aumentaron en los últimos 20 años, las lagunas en la provisión de servicios abundan y en el caso de los niños están asumiendo proporciones enormes. De acuerdo a los datos del programa de la ONU, el 84% de las personas que vivían con la enfermedad, a fines de 2020, conocía su estado de seropositividad; el 73% tenía acceso a la terapia retroviral y el 66% se encontraba en supresión viral. Por lo tanto, en 2020, había 37,7 millones de personas con HIV en el mundo y de estas 27,5 millones estaban en tratamiento. Esta cifra se ha más que triplicado desde 2010, pero aún está lejos de la meta de 30 millones en tratamiento establecida para 2020. Y la emergencia ahora son los niños. La cobertura terapéutica, que para los adultos es del 74%, apenas llega al 54% para los niños. Además, a muchos niños, según el informe, no se les hizo la prueba al nacer y no conocen su estado serológico. La organización de la ONU, sin embargo, subrayó que a cuatro décadas desde el descubrimiento del primer caso de sida en el mundo, se salvaron casi 16,5 millones de vidas gracias a los tratamientos implementados desde 2001. El año pasado, los decesos relacionados con el sida fueron 680.000 y se registró una disminución del 58% entre 2001 y 2020.