Un nuevo estudio internacional, liderado por la Universidad de Colorado (Estados Unidos), reveló que hasta 14 trastornos psiquiátricos (entre los que se encuentran la depresión, ansiedad y esquizofrenia) comparten señales específicas en el ADN. Los hallazgos se publicaron en Nature.

Muchos de estos trastornos cuentan con un fuerte componente genético, a la vez que algunas de sus características sintomáticas suelen solaparse. Por ello, en ocasiones se diagnostican varias de ellas en un mismo paciente, o bien el diagnóstico va cambiando con el tiempo. Asimismo, los factores genéticos hacen a una persona más susceptible a sufrir ciertos rasgos propios de un trastorno.

“Estos factores se encuentran al inicio de las cascadas biológicas que culminan en la enfermedad y pueden indicar las vías moleculares, los tipos de células y los circuitos neuronales que contribuyen al riesgo”, señalan expertos.

A su vez, como los efectos de las variantes genéticas se expresan en el contexto de un entorno, pueden ayudar a revelar factores ambientales cruciales, tales como acontecimientos traumáticos y períodos de desarrollo (como la primera infancia) que transforman la vulnerabilidad en enfermedad.

Cinco grandes factores genéticos

En la investigación, los autores analizaron los datos genéticos de 1.056.201 personas con trastornos psiquiátricos. Los trastornos también incluían el bipolar, el espectro autista, el estrés postraumático, el síndrome de Tourette, el obsesivo-compulsivo, la anorexia y el déficit de atención.

De este modo, encontraron cinco factores genéticos que explicaban la mayor parte de la variación genética de los trastornos que conectaban diferentes conjuntos de éstos: comportamientos compulsivos, esquizofrenia y trastorno bipolar, trastornos del desarrollo neurológico, trastornos internalizantes como la depresión y la ansiedad, y trastornos por consumo de sustancias.

Las firmas genéticas se vinculaban a cientos de regiones en el ADN, así como con vías biológicas incluyendo algunas que afectan a las células cerebrales implicadas en el pensamiento y emociones.

Los resultados sugieren que los factores genéticos compartidos desempeñan un papel importante en las primeras etapas del desarrollo cerebral y podrían ayudar a crear una forma más biológica de comprender las afecciones psiquiátricas.

Sin repercusión clínica inmediata

Por el momento, según los expertos los hallazgos “no tienen repercusión en la práctica clínica”. Pero, añaden: “Aun así respaldan la prometedora idea de que los diagnósticos psiquiátricos se pueden anclar a variables biológicas”.

En ocasiones, los diagnósticos psiquiátricos son considerados como hechos de la naturaleza, cuando se trata de “juicios clínicos subjetivos”. En este aspecto, explicaron: “No disponemos de datos objetivos e inequívocos que los confirmen. Los diagnósticos psiquiátricos son construcciones sociales que se realizan por consenso, que cambian en número y definición en las sucesivas ediciones de los manuales diagnósticos, se solapan entre ellos y están condicionados por factores culturales y sociales, de manera que su correlación genética es necesariamente imprecisa, como muestra este estudio”.

Como el estudio se centra principalmente en personas de ascendencia europea, las investigaciones futuras deberían incluir poblaciones más diversas y explorar cómo estos conocimientos pueden orientar nuevos tratamientos.

Fuente: SINC.