Seguramente haz escuchado hablar de los lácteos y algunas enfermedades que se relacionan a su consumo. Las más mencionadas, probablemente, son la alergia a la leche y la intolerancia a la lactosa. ¿Existen diferencias?

Según publica el portal mejorconsalud.com, es fundamental tener en cuenta que, aunque ambas condiciones comparte algunos síntomas, producen afectaciones distintas en el organismo. Por eso, es primordial saber distinguirlas.

La alergia a la leche en realidad es una alergia a la proteína de la leche de vaca, mientras que la intolerancia a la lactosa es la dificultad para absorber el azúcar presente en la leche llamado lactosa.

¿Alergia a la leche o intolerancia a la lactosa?

La alergia a la leche es una afección que suele darse por la fracción proteica de la leche. La leche de vaca es la causa usual de alergia a la leche, pero la leche de oveja, cabra, búfala y otros mamíferos también puede causar esta reacción.

La intolerancia, por su parte, se da directamente por el hidrato de carbono o azúcar de la leche, llamada lactosa, que a su vez esta compuesta por glucosa y galactosa (son moléculas simples).

Lo que ocurre en la intolerancia a la lactosa es que el cuerpo no produce una enzima llamada lactasa que es la encargada de permitir su ruptura y absorción.

La diferencia fundamental es que la alergia es una reacción mediada por el sistema inmune del cuerpo y en la intolerancia la respuesta inmune no existe. Siendo menos común la alergia que la intolerancia.

La otra diferencia básica es que cada una de estas enfermedades son causadas por una fracción de la leche diferente. Una es por la proteína y otra por el azúcar o hidrato. La intolerancia a la leche requiere un tratamiento diferente al de una alergia.

Alergia a la leche e intolerancia a la lactosa: síntomas más comunes

¿Entre la alergia a la leche y la intolerancia a la lactosa, hay diferencias en los síntomas? Los signos y síntomas comunes de intolerancia a las proteínas de la leche o intolerancia a la lactosa incluyen problemas digestivos, tales como hinchazón, gases o diarrea después de consumir leche o productos lácteos.

En la alergia las consecuencias pueden llegar a ser inclusive mortales, dependiendo de la sensibilidad y la respuesta del sistema inmune. Para determinar el diagnostico de una u otra, hay que realizar un correcto interrogatorio al paciente y pruebas específicas para observar la reacción al consumo de leche y derivados lácteos.

Fuente: mejorconsalud.com