El accidente cerebrovascular (ACV) representa una de las mayores cargas sanitarias a nivel mundial. Su impacto no solo se mantiene alto, sino que continúa en aumento en casi todas las regiones del planeta. Por ello, desde la Sociedad Neurológica Argentina, se hizo una descripción de la situación en el país y las medidas que mejores resultados obtienen para mejorar su abordaje. En este aspecto, reforzaron la idea de que cada minuto es sumamente valioso ante la presencia de un ACV.
En la Argentina, la prevalencia estimada en personas mayores de 40 años es del 2%, lo que equivale a unas 365.000 personas que sobrevivieron a un ACV. Cada año se registran cerca de 55.000 primeros episodios, con una incidencia de 109 casos por cada 100.000 habitantes (una cifra superior al promedio mundial estimado por la OMS, que ronda los 87 casos). El ACV constituye la cuarta causa de muerte en el país y una de las principales fuentes de discapacidad adquirida en adultos.
En este aspecto, desde la Sociedad Neurológica Argentina explicaron: "La mayoría de los episodios (alrededor del 85%) corresponden a ACV isquémicos, es decir, aquellos causados por la obstrucción de una arteria cerebral que interrumpe el flujo sanguíneo hacia una zona del cerebro. En el 15% restante, se trata de ACV hemorrágicos, en los cuales se produce la ruptura de un vaso y la consecuente hemorragia intracraneal. En todos los casos, la atención rápida y coordinada resulta determinante para reducir la mortalidad y las secuelas neurológicas”.
Cada minuto cuenta
Uno de los principios más difundidos entre los especialistas resume esta urgencia con una frase contundente: “tiempo es cerebro”. Por cada minuto que pasa durante un ACV, se pierden dos millones de neuronas.
En tal sentido, indicaron que la administración de trombolíticos es altamente eficaz pero su éxito depende netamente de la rapidez con la que se inicie el tratamiento. De hecho, existe una ventana terapéutica de 4,5 horas desde el inicio de síntomas. Cada 15 minutos ganados en dicho inicio, se calcula un 4% menos de probabilidades de morir y sobrevivir incluso sin secuelas significativas.
“Estos datos reafirman la necesidad de actuar de inmediato ante los primeros síntomas -debilidad o parálisis súbita de algún brazo, dificultad para hablar o entender, pérdida de visión, vértigo o dolor de cabeza intenso- y llamar sin demora al servicio de emergencia”, explicaron.
Es por todo ello que el abordaje del ACV se denomina "urgencia tiempo-dependiente", ya que la organización del sistema de salud, la coordinación entre distintos niveles de atención y la capacitación del personal tienen un impacto directo en los resultados clínicos.
Optimizar la atención centrada en el paciente desde la etapa prehospitalaria mejora tanto la efectividad como la eficiencia de los tratamientos. En este sentido, la pre notificación del equipo médico antes de la llegada del paciente y la existencia de protocolos definidos son pasos claves para reducir los tiempos puerta-aguja (desde el ingreso al hospital hasta que recibe tratamiento).
El recorrido del paciente dentro del sistema de salud puede variar según el tipo de centro al que llegue. Los hospitales se clasifican como centros primarios de atención de ACV (brindan diagnóstico y tratamiento trombolítico) o como centros integrales (además cuentan con capacidad para realizar trombectomía mecánica en casos seleccionados). La adecuada derivación y la comunicación entre ambos niveles resultan esenciales para que el paciente reciba lo antes posible la atención adecuada.
El mensaje es claro: el éxito del tratamiento del ACV depende del tiempo y del trabajo coordinado. La concientización social es el primer paso: para conocer los síntomas de ACV, identificarlos lo antes posible si alguien al lado nuestro empieza a manifestarlos, y llamar a la ambulancia sin dejarse estar. Luego, la capacitación profesional y la planificación sanitaria son los otros pilares para transformar un problema de altísimo impacto en una oportunidad para salvar vidas y preservar la autonomía de miles de personas por año en la Argentina, concluyeron desde la SNA.
Fuente: NA.



