La Diabetes es un desorden metabólico complejo, en el que el organismo no produce suficiente cantidad de insulina o no responde normalmente a la misma, lo que provoca que las concentraciones Glucosa en sangre sean anormalmente elevadas.

Se utiliza el término de «diabetes mellitus», y no sencillamente «diabetes», para designar esta enfermedad con el fin de distinguirla de la diabetes insípida. La diabetes insípida es un trastorno relativamente poco frecuente que no afecta a la glucemia, pero que también origina un mayor volumen de orina (poliuria).

Se estima que 1 de cada 10 argentinos de 18 años o más tiene diabetes y dado que, por varios años permanece sin síntomas, aproximadamente 4 de cada 10 personas que la padecen desconocen su condición. Pero la cuestión más importante es que esta enfermedad está asociada con un riesgo incrementado de enfermedad CardioVascular, falla cardíaca y enfermedad renal.

 

TIPOS DE DIABETES

 

Prediabetes

La prediabetes es un trastorno en el que la concentración de glucosa en sangre es demasiado alta para ser considerada normal, pero no lo suficiente para ser catalogada como diabetes. Se padece prediabetes cuando la glucemia en ayunas se encuentra entre 100 mg/dl y 125 mg/dl.  La prediabetes conlleva un mayor riesgo de diabetes en el futuro. En este escenario perder del 5% al 10% del peso corporal mediante una alimentación adecuada y ejercicio reduce de forma considerable el riesgo de padecer diabetes en el futuro.

 

Diabetes de tipo 1

En la diabetes de tipo 1 (antes denominada diabetes insulinodependiente o diabetes de inicio juvenil), el sistema inmunitario del organismo ataca las células del páncreas productoras de insulina, y más del 90% de estas células son destruidas de forma permanente. El páncreas, por lo tanto, produce poca o ninguna insulina. Solo en torno al 5-10% de todas las personas con diabetes padecen la enfermedad de tipo 1. En la mayoría de ellas, la enfermedad se manifiesta antes de los 30 años, aunque también puede aparecer más tarde.

 

Diabetes de tipo 2

En la diabetes de tipo 2 (antes denominada diabetes no dependiente de la insulina o diabetes de inicio adulto), el páncreas a menudo continúa produciendo insulina, algunas veces incluso a niveles superiores a los normales, en especial al principio de la enfermedad. Sin embargo, el organismo desarrolla resistencia a los efectos de la insulina, por lo que no hay suficiente insulina para satisfacer los requerimientos corporales. A medida que la diabetes de tipo 2 progresa, la capacidad de producir insulina del páncreas disminuye. Lo habitual es que comience a partir de los 30 años y se vuelva más frecuente con la edad. Alrededor del 26% de las personas mayores de 65 años padece diabetes de tipo 2.

 

La obesidad es el principal factor de riesgo de la diabetes de tipo 2; entre el 80% y el 90% de las personas con este trastorno tienen sobrepeso u obesidad. Dado que la obesidad produce resistencia a la insulina, las personas obesas necesitan grandes cantidades de insulina para mantener una concentración normal de glucosa en la sangre.

 

Diabetes gestacional: es la glucemia alta que se inicia o se diagnostica en el embarazo.

 

FACTORES DE RIESGO

 

Los factores de riesgo son múltiples, pero podemos identificar dentro de los más importantes los siguiente:

1.      Familiares con diabetes (padres, hermanos, hijos).

2.      Diabetes durante el embarazo.

3.      Mujeres con hijos nacidos con peso superior a 4 kg.

4.      Sobrepeso u obesidad.

5.      Actividad física insuficiente, sedentarismo.

6.      Enfermedad cardiovascular.

7.      Hipertensión arterial.

8.      Colesterol alto.

9.      Tabaquismo.

 

COMPLICACIONES DE LA DIABETES

 

La diabetes daña los vasos sanguíneos, haciendo que se estrechen y por lo tanto se restrinja el flujo sanguíneo. Dado que los vasos sanguíneos de todo el cuerpo se ven afectados, las personas pueden presentar muchas complicaciones de la diabetes. Muchos órganos pueden verse afectados, en particular los siguientes:

 

Cerebro, riesgo de accidente cerebrovascular

Ojos (retinopatía diabética), riesgo de ceguera

Corazón, riesgo de ataque al corazón

Riñones (nefropatía diabética), riesgo de enfermedad renal crónica

Nervios (neuropatía diabética); puede causar alteración en la sensibilidad en los pies

La presencia de altos niveles de glucosa en la sangre también provoca alteraciones en el sistema inmunitario del cuerpo, por lo que las personas con diabetes mellitus son particularmente susceptibles a infecciones bacterianas y fúngicas.

 

DIABETES Y RIÑON

 

La nefropatía diabética es una complicación común de la diabetes tipo 1 y tipo 2. Con el tiempo, la diabetes mal controlada puede causar daño a los grupos de vasos sanguíneos en los riñones que filtran los desechos de la sangre. Esto puede causar daño renal y presión arterial alta.

 

Puede consultarse más información en:   https://www.kidney.org

 

ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA

 

La diabetes es la principal causa de enfermedad renal crónica. La diabetes constituye el 45 por ciento de los casos de enfermedad renal. En todo el mundo, aproximadamente 171 millones de personas padecen de diabetes y por encima de los 65 años aumenta su prevalencia y es cercana al 20 por ciento.

 

¿De qué manera deteriora los riñones la diabetes?

 

La diabetes puede deteriorar los riñones provocando daños en:

Los vasos sanguíneos de los riñones:

Las unidades de filtración del riñón poseen gran cantidad de vasos sanguíneos. Con el tiempo, los niveles altos de azúcar en la sangre pueden hacer que estos vasos se estrechen y se obstruyan. Sin suficiente cantidad de sangre, los riñones se deterioran y la albúmina (un tipo de proteína) atraviesa estos filtros y se elimina por orina donde no debería hallarse, donde no debería estar.

Un problema no menor también es la afectación del sistema nervioso del cuerpo. Los nervios transportan mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo, entre ellas, la vejiga, informándole al cerebro el momento en que la vejiga está llena. Pero si los nervios de la vejiga están dañados, es posible que usted no reconozca cuándo está llena su vejiga. La presión de la vejiga llena puede dañar sus riñones, especialmente si la orina permanece mucho tiempo en la vejiga, puede provocar una infección en las vías urinarias, debido a la presencia de bacterias. Estas pueden crecer rápidamente en la orina que contiene altos niveles de azúcar. A menudo estas infecciones afectan la vejiga, aunque a veces se extienden a los riñones.

No todos los casos de daño renal son originados por la diabetes, si la enfermedad renal fue originada por la diabetes, se la denomina enfermedad renal diabética o nefropatía diabética. Su médico puede indicarle que se realice una biopsia renal en el que caso que se requiera para ayudarle a descubrir la causa principal de la enfermedad renal.

 

GRADOS DE ENFERMEDAD RENAL

 

Según el grado de afectación renal su médico Nefrólogo decidirá la elección del tratamiento, que puede ser médico que consistirá en diferentes estrategias, recomendaciones dietarias por ejemplo o farmacológicas destinadas a disminuir la progresión de dicho diagnóstico para evitar complicaciones, especialmente cardiovasculares.

Su médico planificará el tratamiento junto con el paciente y otras especialidades (como la nutricionista). En caso de enfermedad de grado avanzado, podría plantearse la necesidad de diálisis o un trasplante, pero en casos menos graves necesitara de estas recomendaciones:

 

1.      Mantener el nivel de azúcar en la sangre dentro de los valores deseados (Determinación de Glicemia y/o hemoglobina glicosilada)

2.      Controlar la presión arterial alta;

3.      Controlar el colesterol y los lípidos en la sangre;

4.      Recibir tratamiento para la anemia (escasez de glóbulos rojos), de ser necesario;

5.      Recibir tratamiento para los trastornos minerales y óseos, de ser necesario;

6.      Realizarse pruebas frecuentes de enfermedades cardíacas  - vasculares;

7.      Controlar cuidadosamente su dieta;

8.      Seguir su plan de tratamiento de la diabetes con medicamentos, dieta y actividad física.

 

CONCLUSIÓN

 

La Diabetes mellitus es frecuente y su diagnóstico suele demorarse por la ausencia de síntomas en sus inicios. Los pacientes con este diagnóstico desarrollaran algún grado de compromiso renal, que denominamos nefropatía diabética. La coexistencia de ambos diagnósticos aumenta la posibilidad de complicaciones, en especial cardiovasculares. Si padece de Diabetes mellitus debata con su médico la necesidad de una consulta nefrológica.

 

*Dr. Gustavo Lavenia, Médico especialista en Nefrología y medio interno

Miembro titular de la Sociedad Argentina de Hipertensión arterial

Director médico de NEFROSUR Terapias renales de la ciudad de Rosario

Medico titular de NEFRON (hipertensión arterial y Nefrología) de la ciudad de Rosario