Por el solo hecho de vernos mejor y adquirir un bronceado, muchas veces nos exponemos al sol sin tomar las precausiones necesarias. Tenemos que tener presente que las quemaduras de sol son perjudiciales para nuestra salud y pueden provocarnos mucho dolor.

Si tu piel ha estado sobreexpuesta al sol y como consecuencia ahora sufrís por la aparición de estas quemaduras, los siguientes remedios caseros proporcionados por el portal insolacion.com pueden ayudarte a que te sientas un poco más cómodo, hasta que puedas hacer una consulta con el dermatólogo, quien te dirá qué tratamiento es el indicado según el caso. Tené en cuenta, por otro lado, que estas sugerencias no pueden revertir todo el daño causado por la exposición sin protección a los rayos del sol, solamente te aliviarán el malestar.

1: Tomá un baño. Añadir unas cucharadas colmadas de bicarbonato de sodio al agua fresca del baño constituye un remedio calmante para las quemaduras solares. Tomá este baño durante 15 o 20 minutos; si permanecés en remojo por más tiempo, corres el riego de resecar mucho tu piel. Una vez que hayas salido de la bañera, evitá secarte con una toalla, en su lugar deja que el aire te seque y no te limpies los restos de bicarbonato de sodio.

2: Utilizá la savia del aloe vera. El jugo que desprenden las hojas del aloe vera o sábila es un remedio maravilloso para curar cualquier tipo de quemaduras en la piel, en especial, aquellas que surgen como consecuencia de una insolación. Este gel natural hace que los vasos sanguíneos se contraigan. Por suerte, esta planta curativa es muy fácil de adquirir. Para usarla, solo tenés que hacer un corte y aplicar el gel directamente sobre la quemadura, entre cinco y seis veces al día, durante varios días.

3: Aplicá una compresa fría. Otro remedio consiste en sumergir una toalla pequeña en agua fría y aplicarla directamente en las áreas quemadas durante varios minutos, remojando la toalla nuevamente cada unos segundos. Tené presente que no se debe aplicar hielo o una bolsa de hielo sobre la piel quemada por el sol. Aplicá esta compresa varias veces durante el día, según sea necesario para aliviar el malestar. También podés agregarle al agua un ingrediente calmante, como el bicarbonato de sodio o harina de avena.

4: Tomá agua. Cuando sufrimos de insolación, no solo la piel sufre de quemaduras, sino que nuestro cuerpo se deshidrata. Por tanto, asegurate de reponer líquidos bebiendo mucha agua, a medida que las lesiones se curan. Estar bien hidratado ayuda a lograr una recuperación más rápida. Una señal de buena hidratación es cuando la orina luce casi transparente.

5: Prepará un baño de inmersión. Caer en una bañera con agua bien fresca es una buena manera de enfriar las quemaduras y aliviar la insolación, sobre todo si las quemaduras son extensas o están en una zona de difícil acceso, como la espalda, pero recordá que siempre deben ser baños cortos. Evitá el uso de jabón, porque puede irritar y secar más la piel. Si es necesario utilizar uno, que sea preferiblemente suave y enjuagalo bien al terminar.

6: Hidrata tu piel. La insolación no solo reseca y daña la superficie de la piel, también afecta a las células y los vasos sanguíneos, ocasionándoles gran pérdida de humedad. Los baños y compresas frías pueden hacer que te sientas mejor, pero también pueden llegar a afectar la humedad de la piel lesionada resecándola más. Para evitar tales consecuencias, aplicá una crema hidratante inmediatamente después del baño. De ser posible, colocá la crema hidratante en la heladera antes de usarla.

7: Utilizá una mascarilla a base de papas. La papa es conocida en todo el mundo como un calmante maravilloso para el dolor. Toma dos papas lavadas, cortalas en trozos pequeños y colocalas en una licuadora o procesador de alimentos. Licualas hasta que estén en forma líquida. Debés añadir agua si la mascarilla luce demasiado seca. Aplicala en las áreas quemadas, espera hasta que se haya secado y luego tomá una ducha fría.

Otro método consiste en colocar el puré de papas en una gasa limpia y aplicarlo sobre las quemaduras. Cambia el vendaje cada 1 hora y continuá aplicándolo varias veces al día, hasta que se alivie el dolor.

8: Aplicá maicena. Las quemaduras de sol muchas veces afectan la piel de zonas como la línea del bikini, por debajo de las nalgas o alrededor de los senos y las axilas. Luego estas quemaduras tienen que enfrentar todos los días el roce con la ropa interior ajustada, lo que provoca una irritación mayor. Para aliviar las rozaduras, cubre el área quemada con polvo de almidón de maíz o maicena. Nunca apliques vaselina o aceites, solo agravarán la situación. Si las quemaduras presentan ampollas, entonces no apliques nada.