La contaminación cruzada es uno de los conceptos más renombrados en los últimos tiempos en la industria alimentaria. En su mayoría, su uso se debe a la conciencia al momento de cocinar para evitar causar disturbios en aquellas personas que sufren algún tipo de celiaquía o alergia alimentaria.

Sin embargo, no es necesario sufrir algún padecimiento para que la contaminación llegue a afectar a las personas, dado que los alimentos mal cocidos o los utensilios mal higienizados son causa suficiente para ayudar a que los microbios patógenos hagan su tarea.

La contaminación cruzada puede surgir de manera directa o indirecta, siendo la primera cuestión cuando un alimento contamina a otro alimento que no estaba contaminado; y la forma indirecta se da cuando el agente contaminante se traslada de un alimento a otro por un intermediario, como lo es por ejemplo un cuchillo o el uso de la misma tabla para cortar.

Así, las intoxicaciones alimentarias encuentran en este fenómeno su máxima causa. Desde náuseas leves hasta cuadros de gastroenteritis son el resultado, pero su prevención es más que sencilla, por lo que es importante estar atentos a cómo se manipulan los distintos elementos, incluidos los mismos alimentos.

La contaminación cruzada es una de las principales causas de la intoxicación alimentaria

Algunos tips alentados por la Dirección Nacional de Alimentos y Bebidas de  Argentina:

- Mantener los productos de limpieza y desinfección lejos de los alimentos.

- No mezclar alimentos crudos con otros cocinados.

- No utilizar los mismos utensilios para tocar alimentos crudos con alimentos cocidos. De hacerlo, limpiarlos correctamente tras cada uso.

- No estornudar cerca de los alimentos.

- No chuparse los dedos al probar la comida ni tocar los alimentos directamente si se tienen heridas o úlceras en las manos. Para ello usar apósitos, dedales o guantes.

- Cocinar correctamente los alimentos, en especial carnes y huevos.

- Las frutas y verduras deben lavarse correctamente antes de ser consumidas.

- Al momento de las compras, no colocar en la misma bolsa alimentos crudos y cocidos.

- Almacenar la comida en tuppers con films, bolsas higiénicas o tuppers herméticos. 

- Si se almacenan alimentos crudos y cocidos en la heladera, dejar los crudos en la zona baja por si desprenden algún tipo de líquido que pueda contaminar lo que se encuentre por debajo.

- Usar toallas de papel descartables para limpiar superficies. Si se usan repasadores o paños de cocina, higienizarlos correctamente y cambiarlos cuando sea necesario.

- Renovar tablas y cubiertos de madera cuando tengan demasiadas grietas, ya que son lugares donde suelen acumularese residuos.