Mindfulness o “Atención Plena” es la capacidad humana básica de poder estar en el presente y de "recordarnos" estar en el presente, es decir, constantemente estar volviendo al aquí y ahora.

No podríamos vivir sin la capacidad de estar en el presente: es la que nos permite recordar a dónde estamos yendo mientras caminamos, aún cuando durante el trayecto nos hayamos perdido en miles de pensamientos.

 

Sin embargo, y aunque creemos tener control consciente de nuestra atención, lo que normalmente sucede es que estamos constantemente atendiendo a pensamientos acerca del pasado o del futuro o bien, reconociendo sólo una pequeña porción de lo que está sucediendo en el presente: si lo que estoy experimentando me gusta, quiero que siga, si lo que estoy experimentando me desagrada, quiero que desaparezca.

 

Durante los últimos 30 años, la práctica de Mindfulness está integrándose a la Medicina y Psicología de Occidente. Es aplicada, estudiada científicamente y por ello reconocida como una manera efectiva de reducir el estrés, aumentar la autoconciencia, reducir los síntomas físicos y psicológicos asociados al estrés y mejorar el bienestar general.

 

Para practicar Mindfulness sólo hay que prestar atención al momento presente, al aquí y al ahora. ¿Parece fácil, no? Si alguna vez lo intentaste, debes saber que de fácil no tiene nada. Parar el incesante “rumiar” mental al que estamos acostumbrados no es nada sencillo.

 

El objetivo de empezar a practicar Mindfulness es conseguir vivir en un estado permanente de “Mindfulness”. Es decir, al principio, lo hacemos de manera puntual para entrenar la mente en la plena consciencia, es decir, para estar atentos al momento presente. Pero con el paso del tiempo, el objetivo es detener el “ruido” mental y experimentar el presente en los máximos momentos posibles a lo largo del día.

Vivir en un estado Mindfulness es algo que lleva tiempo, práctica y disciplina.

 

Tips para empezar a practicar Mindfulness en casa:

 

1- Elegir un espacio, un lugar y un momento del día

La preparación

 

Consiste en trabajar el cuerpo previamente. Lo mejor es practicar yoga antes de la meditación. Como alternativa, también podes hacer unos estiramientos o conectarte con la naturaleza

 

El espacio

 

Es recomendable para comenzar un lugar tranquilo en el que puedas concentrarte en soledad.

Si te resulta cómoda, adopta la postura del buda: columna erguida, cuello estirado, mentón bajo, buen equilibrio en el triángulo que forman los glúteos y las rodillas.

Si te resulta incómoda o molesta, simplemente utiliza una silla, con los ojos cerrados para favorecer la concentración.

 

El momento

 

Una buena opción es elegir la mañana o la noche, al levantarse o antes de acostarse.

Estas sólo son propuestas porque en realidad, lo más importante, es que investigues hasta encontrar el momento y el lugar adecuados y que no desistas.

 

2- Decidir cuánto tiempo se le va a dedicar

 

Al principio lo ideal es que se le dediquen sólo unos instantes a la práctica: atención consciente, respiración, entorno, sonidos, sensaciones corporales, etc.

Cada uno debe crear su propio plan de acción pero, a modo orientativo, podría hacerse así:

- Semanas 1 y 2: 1 minuto a la mañana y otro a la noche

- Semanas 3 y 4: 5 minutos a la mañana y 5 a la noche

-  Semanas 5 y 6: 10 minutos a la mañana y 10 a la noche

- Semanas 7 y 8: 30 minutos a la mañana y 30 a la noche

A partir de ese momento, podrías practicar 30 minutos mañana y noche o, al menos, 30 minutos al día en el momento que elijas.

 

3 - Los resultados

Para ser constante es importante no esperar resultados a corto plazo, porque entonces es bastante probable que te frustres si no los alcanzas.

Los resultados de practicar Mindfulness, en realidad, aparecen bastante rápido, pero se aprecian en la vida, en el comportamiento, en la actitud más positiva y vital, en la energía corporal.

 

Es normal que cuando intentes concentrarte en algo (un objeto, la respiración, los sonidos, etc), tu mente se disperse mil y una veces.

Lo importante es que, cuando te des cuenta de que tu mente se ha “ido”, la hagas regresar y concentrarse de nuevo en la práctica. El éxito en la práctica del Mindfulness consiste, simplemente, en practicar, con ecuanimidad, con serenidad, con amabilidad, no en conseguir nada.

Vas a entrenar la mente igual que harías con el cuerpo en un gimnasio. Simplemente, empezá a practicar con compromiso y los resultados llegarán solos, ¡cuando menos lo esperes!