La ministra de Economía, Silvina Batakis, mantuvo un desayuno de más de dos horas con representantes de bancos y fondos de inversión de Wall Street y, ante las reiteradas preguntas del auditorio, enfatizó que tiene el respaldo de las tres patas del Frente de Todos para llevar adelante el ajuste fiscal que anticipó en su única conferencia de prensa como titular del Palacio de Hacienda.


En la embajada argentina en Washington, la ministra hizo una breve introducción en la que dijo que buscaba recomponer la relación con los inversores y reconoció que, por el valor de la deuda soberana, quienes entraron al canje de agosto de 2020 perdieron dinero. Luego, abrió el juego a las preguntas y respondió.


En una convocatoria que partió desde la Embajada el viernes, el Gobierno logró reunir a una quincena de ejecutivos "senior" de equipos de research de bancos y managers de fondos de inversión. 


Entre otros, participaron enviados de Goldman Schas, Morgan Stanley, Citi, Barclays y Santander. También, asistieron Javier Timerman, de AdCap, Matías Silvani, de Golden Tree, Andres Ledermann, de Fintech y otros managers.


Las primeras preguntas buscaron conocer el sostén político de la ministra. Batakis respondió que tenía el apoyo de la vicepresidenta Cristina Kirchner y también el del titular de la cámara de Diputados y del Frente Renovador, Sergio Massa. Dijo, según uno de los asistentes, que contaba con el respaldo político para llevar adelante la política de ajuste fiscal que adelantó.
Batakis reconoció que, por el valor de la deuda soberana, quienes entraron al canje de agosto de 2020 perdieron dinero.


Sólida desde el lado fiscal, según uno de los participantes del encuentro, la ministra también enfrentó preguntas sobre el frente cambiario. Los ejecutivos le reclamaron abiertamente una suba de tasas de política monetaria, luego de que el Banco Central dejara inalterada la tasa, la semana pasada. 


Batakis dijo que se reúne "cuatro veces por día" con el jefe del BCRA, Miguel Pesce, pero no anticipó mayores cambios. Los inversores pidieron una política de tasas agresiva para contener la inflación, con hacen otros bancos centrales del mundo.
Consultada sobre sus reuniones, la ministra dijo que tuvo buenos encuentros con el Tesoro y con el Fondo Monetario Internacional (FMI). 


No anticipó cambios en las metas del programa económico ni waivers, pero dijo que el organismo debía entender que los precios de la energía eran sustancialmente distintos a cuando se firmó el acuerdo. Eso impacta en la acumulación de reservas y en el resultado fiscal.