La Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles salió a tomar distancia de los cambios que impulsa el gobierno en el régimen de producción de biocombustibles. Su posición en contra de la baja del corte obligatorio de los bios en los combustibles, que el gobierno alienta para quitarle presión a los precios en los surtidores, está en línea con el reclamo de las grandes multinacionales aceiteras. 

Las comisiones de Energía y Combustible y de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados emitieron la semana pasada dictamen a faor de una nueva ley de biocombustibles impulsada por el bloque del Frente de Todos y partidos aliados, que establece un corte del 5% para el gasoil y el biodiesel y del 12% entre naftas y bioetanol, que representa casi una baja del 50% con respecto a los cortes obligatorios actuales.

El proyecto, que busca tomarle la posta a la ley que se venció, espera ahora su turno para el tratamiento en el recinto. Los dirigentes de la Federación del Petróleo se quejaron de que no fueron convocados a la reunión de comisión de debate del proyecto. Hubo al menos tres reuniones importantes en Diputados y en ninguna fueron invitados a exponer.

Según dijo el tesorero de la federación Gabriel Matarazzo. la reducción del corte a la mitad afectará a la producción de las fábricas, y en consecuencia, al personal. “Lo que lamentamos es que no se nos haya tenido en cuenta para el plenario de las comisiones, nosotros representamos a los trabajadores, y a ellos esta norma los interpela”, agregó. “Por el cambio en los esquemas vigentes, habrá consecuencias para los trabajadores del sector porque muchas planta cerrarán o bajarán la producción”, resaltó el directivo.

La nueva ley contará con un marco regulatorio hasta el año 2030, con la posibilidad de ser prorrogada por 5 años más. Y para las grandes empresas del sector, en su gran mayoría instaladas en Santa Fe, significa un paso atrás para la economía ya que al bajar el corte deja a muchas fábricas de la región con alta capacidad ociosa.