La Cámara Arbitral de Cereales de la Bolsa de Comercio de Rosario tiene agendada para hoy una reunión en la que buscarán definir si los precios que paga la exportadora Díaz y Forti por los granos se computarán para la confección de su Pizarra diaria. Y no es un tema menor ya que esos son los valores de referencia para múltiples operaciones, desde canjes hasta arrendamientos pasando por negocios de compra-venta a fijar. Y sumar los precios de Díaz y Forti, que suelen ser más altos que el promedio, es resistido por grandes exportadores que no quieren que le suban sus costos y así lo están haciendo sentir en la entidad bursátil.

En rigor, desde que a mediados de año empezó a operar a fazón en la planta aceitera y en el puerto cerealero de Vicentin, Díaz y Forti –de capitales nacionales y base en Rosario- empezó a tener mucha más presencia diaria en el mercado de granos. Incluso mostró una política muy abierta a la hora de sumar proveedores de todos los tamaños. En efecto, Díaz y Forti empezó a comprar 200 mil toneladas al mes en soja y para el año que viene proyecta llegar a las 300 mil al mes. Como necesitaba de hacerse un lugar entre los vendedores y al tratarse de un comprador “no tradicional”, como se dice en la jerga para diferenciarlo de los grandes traders, sus precios pagados –sobre todo en maíz- fueron más caros que el ofrecido por sus competidores.

Fue así que luego de que en julio, y en votación dividida, se computaran por primera vez los precios de maíz de Díaz y Forti para el cálculo de la Pizarra que la Cámara Arbitral empezó oficialmente . debatir sobre si ajusta incluirlo en la confección de ese estratégico valor de referencia. A los vendedores, sumarlos les entusiasma porque aportaría a que la Pizarra suba, la misma razón por la que los compradores recibieron con ceño fruncido la posibilidad de incluirlos ya que les encarece los costos.

Pero más allá de a quién beneficie, la Cámara Arbitral debe definir si es correcto o no ponderarlo para reflejar más acabadamente lo que ocurre en el mercado, y por eso tomó su tiempo para ir viendo si la performance de Díaz y Forti se ajustaba a los parámetros de la Bolsa, por ejemplo que opere de manera regular y abierta, que haya sido dado de alta como comprardor por la entidad y que abone regularmente el sellado de sus operaciones. No en vano, en su momento precios de otros compradores no tradicionales de la plaza Rosario, como Molinos Cañuelas y Gear, no se computaron para la Pizarra de Rosario porque hacían negocios puntuales, con condiciones especiales y con pocos proveedores.

Si bien los plazos que se habían puesto en julio en la Cámara para definir se fueron estirando (lo que benefició a la exportación- los más altos precios por maíz que pagaba Díaz y Forti no llegaron a computarse), la comisión de Pizarra de la Cámara se reunió la semana pasada para intentar empezar a cerrar el debate. Allí los ejecutivos de Bunge y AGD dejaron expresadas sus dudas recurriendo al argumento de que todavía hay que seguir analizado la “estabilidad institucional” de Díaz y Forti, un concepto bastante esquivo para explicar las razones reales del rechazo de la exportación.

Pero el panorama se complicó cuando el Ministerio de Agricultura bajó el viernes a Díaz y Forti del registro de operadores de granos levantado la temperatura del mercado. “A eso nos referíamos con estabilidad institucional”, decía por whatsapp uno de los ejecutivos de la exportación a un par de la Cámara Arbitral que había criticado su postura. Incluso, el martes temprano se llegó a barajar extender el cuarto intermedio hasta que se hubiese aclarado el panorama, pero ya por la noche el Ministerio volvió a poner a la exportadora en el registro de operadores Ruca por lo que su operatoria desde este miércoles es normal.

En Díaz y Forti no pueden ocultar la bronca por la decisión del gobierno nacional, a la que consideraron totalmente injusta ya que aseguran que las operaciones observadas fueron por un error de carga en los puertos de Renova y Cofco, pero así y todo a los grandes exportadores les dieron 72 horas para aportar documentación rectificadora mientras que a ellos sin previo aviso los bajaron directamente del Ruca, con todo el daño que eso genera en la reputación comercial y financiera. No en vano en Díaz y Forti veían en este episodio otra zancadilla en su contra de actores interesados en que no crezca en el negocio de la exportación de granos.

Con ese escenario, habrá que ver si este miércoles la comisión de Pizarra decide avanzar en la inclusión de los precios de Díaz y Forti o si, como pidieron los exportadores multinacionales, decide seguir retrasando su ingreso. Como sea, el próximo viernes será la reunión plenaria final (todos los camaristas no sólo la de Pizarra) en la que se tomará la decisión.