Las investigaciones penales contra la defaulteada agrofinanciera Guardati Torti (GyT) toman cada vez más temperatura. Mientras que el fiscal Sebastián Narvaja puso la lupa en la actuación de las tres síndicas de la convocatoria de acreedores, la empresa pidió al Ministerio Público de la Acusación (MPA) que lo aparten, requerimiento que fue rechazado. Y eso no es todo, luego de presentar sus conclusiones sobre las razones de la caída de la empresa -en las que, a pedir de Gyt, no mencionan la responsabilidad penal y culpan principalmente al impago de Vicentín- las tres síndicas se autopostularon para también ser síndicas de la convocatoria del acopio del grupo (GyT Plus), designación que tuvo el guiño favorable de la empresa e. una práctica inusual en los tribunales rosarinos.

La firma Gyt, que supo ser top ten nacional, entró en default en febrero de 2020. La crisis la disparó la caída de Vicentín pero venía acumulando un serio estrés financiero. La firma fue, finalmente, a convocatoria de acreedores y la Sindicatura estableció que la deuda es de 200.717.671,64 pesos y 1.726.000 dólares a un tipo de cambio de 94,75 pesos. 

Según averiguó Rosario3, el pasado 6 de octubre las síndicas del concurso, las contadoras Carolina Gortari, Paola Beltramino y Mariela Garcia, declararon como testigos frente al Fiscal Sebastián Narvaja, quien lleva adelante la imputación por administración fraudulenta y balances falsos contra los directivos de la empresa. ¿Y por qué las cito Narvaja? Porque en el informe general del concurso, donde entre otras cosas se hace un análisis de las posibles causas del default de la empresa, las profesionales ni siquiera tomaron en cuenta las denuncias penales de 150 clientes a los que les quitaron de sus cuentas para operar en Bolsa uno. 2 millones de dólares y 30 millones de pesos, como tampoco hicieron referencia a la denuncia penal que les hizo la Comisión Nacional de Valores (CNV) por ese manotazo a los saldos y a las investigaciones del propio MPA.

En rigor, se podría decir que las profesionales repitieron el esquema de la Sindicatura de la convocatoria de Vicentín. Esto es: culpar de la caída a factores ajenos a la empresa y ni siquiera mencionar la catarata de denuncias penales por estafa en su contra. Con un solo cambio, en el caso de Gyt culpa principalmente al default de Vicentín por su derrape.

¿Explicaciones a pedir del concursado?

En concreto, las síndicas habían concluido que las causas del desequilibrio económico se debieron a la caída de Vicentín, y a una serie de factores externos, “exógenos”, que habían influido negativamente en el desarrollo del negocio de Guardati Torti, citando primordialmente entre ellos: la declaración de la pandemia por el Covid (que fue a fines de marzo de 2020 cuando la firma defaulteó a principios de febrero de ese año), la suspensión de los mercados para operar en su faz bursátil, la suspensión dispuesta por la CNV, la suspensión de la Bolsa de Comercio para operar en mercado granario, y multas que habrían aplicado contratantes, en función del incumplimiento en el que habrían incurrido, entre otras.

En particular Las Sindicas constataron que Gyt  “en carácter de corredor y como consecuencia de prácticas vinculadas más a los usos y costumbres del negocio, “adelantó” (teniendo en miras la fecha en que cobraría del comprador), mediante el libramiento de cheques de pago diferidos propios, el compromiso de pago de sumas dinerarias a favor de los vendedores de granos.”

Para las contadoras Beltramino, Garcia y Gortari la caída de Vicentin “produjo efectos devastadores en la economía y como no podía ser de otro modo, también afectó a la hoy concursada que se encontraba ligada como sujeto interviniente en la cadena de comercialización de granos, en el marco de un negocio basado fuertemente en la confianza.” Las sindicas concluyeron que “al quedar en evidencia que Vicentín Saic no cumpliría con los pagos por las operaciones granarias que había concretado, todos esos cheques de pago diferido que habían sido librados por la hoy concursada y que superaban en total los doscientos setenta millones de pesos,  pasaron posteriormente a ser un pasivo exigible por sus tenedores a Guardati Torti”.

Rechazo de los acreedores

Como era de esperar, el informe presentado por la Sindicatura no tuvo recepción favorable entre muchos acreedores de la firma concursada. Al igual de lo ocurrido en Vicentin los acreedores creen que la labor de Beltramino, Gortari y Garcia, en función de sus conclusiones, fue parcial y decididamente moldeada a las necesidades de la concursada, y con severas ausencias en cuanto a fundamentaciones, rigorismos técnicos y análisis objetivos.

Es más, según allegados a la causa, el informe elaborado por Gortari, Garcia y Beltramino ha sido uno de los elementos de defensa de los administradores de Guardati Torti en la investigación que los tiene imputados por administración fraudulenta y balances falsos. Amparándose en la labor de las Sindicas, la defensa de los imputados ha sostenido constantemente que las causas del desequilibrio económico fueron externas, invocando a Vicentín y sus efectos a la cabeza; y que nada irregular han efectuado respecto del dinero de los ahorristas.

Por el contrario, para los comitentes del agrofinanciera (operaba como agente de Bolsa y corredor de granos), la cesación de pagos de Vicentin perjudicó a Guardati Torti solamente en $ 4.000.000, lo cual resultaba una suma de poco impacto a la hora de sortear dificultades económicos de una “empresa pujante” hasta diciembre de 2019.

Para los acreedores, en consonancia con la hipótesis de la Fiscalía de Delitos Económicos, existen evidencias serias y suficientes para considerar que la razón del desbarate de Guardati Torti se produjo por decisiones empresarias enderezadas a sostener una unidad de negocios del grupo conformado por las familias, como era el “correacopio y granario”, en desmedro de otra unidad menos expuesta, como las operaciones de sus clientes del mercado de capitales. Tales decisiones habrían obedecido a la necesidad de sacrificar el negocio cuyos jugadores se encontraban menos vinculados socioeconómicamente a la empresa, e incluso diseminados en el interior del país, para intentar salvar el negocio de mayor incidencia económica y social como el de los granos.

A declarar

Las inconsistencias entre lo que manifestaran las Sindicas Beltramino, Garcia y Gortari respecto de la investigación que lleva adelante el Fiscal Narvaja llamó la atención de este último, quien las citó a declarar el pasado 6 de Octubre en el Centro de Justicia Penal.

Según las fuentes consultadas por Rosario3, las Sindicas no tuvieron el mejor desempeño frente al Fiscal. Parece que no pudieron justificar sus dichos respecto de las causas del default de Guardati Torti que supuestamente habrían escrito, como así tampoco respecto la legalidad de la contabilidad de la empresa.

Resulta que Beltramino, García y Gortari, al confeccionar su informe sobre las causas del default de Guardati Torti, según sus dichos “omitieron” analizar documentación de relevancia, habiéndose basado para efectuar dicho dictamen en los elementos que solo le aportó la empresa concursada.

Entre esas “omisiones”, reconocidas por las Síndicas, se encuentra ni más ni menos que la auditoria que realizó la CNV sobre la empresa, cuando recibió más de 150 denuncias de comitentes a los que le habían manoteado los fondos líquidos de sus cuentas, y que consta en un Expediente Administrativo de más de 2000 hojas. Entre las conclusiones de la auditoría se destacan los desmanejos que realizó la empresa con el dinero de sus ahorristas, y las irregularidades en su contabilidad. A raíz de ello, la CNV denunció penalmente al Directorio de CNV por Administración Fraudulenta.

Según fuentes vinculadas a la investigación consultadas por Rosario3, en sus declaraciones, Beltramino, Garcia y Gortari tampoco supieron explicar al Fiscal por qué no informaron que Guardati Torti financiaba al acopio del grupo, GyT Plus S.A., cuando esta última tenía un patrimonio neto negativo de casi 800 millones de pesos en septiembre de 2019 y había dejado de operar tras la caída de Vicentin. Resulta que Gyt Plus hoy tiene una deuda concursal de $ 2.500.000.000 y USD $ 4.500.000, de los cuales Guardati Torti solicito que le reconocieran $ 230.000.000.

Y si bien Beltramino, Garcia y Gortari consideraban los contratos de cereal a término financiados por Guardati Torti una práctica riesgosa, tampoco hicieron mención a ello en su informe. Ocurre que esta información era conocida por las Sindicas, dado que ejercen la misma función en el concurso de GyT Plus S.A., luego de auto postularse en dicho proceso y tener el guiño favorable de la empresa para su designación. Aparentemente una práctica inusual en los pasillos de los tribunales rosarinos