¿Pérdidas de 30 dólares por toneladas de soja cuando moler, con toda la furia, puede costar hasta 14 dólares por tonelada? ¿Stocks de granos muy elevados?  Tan sólo algunas de las preguntas que se comenzaron a hacerse ayer entendidos del mercado de granos al analizar el balance de Vicentin SAIC cerrado al 31 de octubre pasado. Y no son las únicas. Por ejemplo no dejó de llamar la atención que el auditor del balance -el estudio de Reconquista WH Correa y Asociados porque la consultora KPMG no quiso quedar expuesta- dice "no estar en condiciones de opinar sobre los resultados" En efecto, tal como publicó ayer Rosario3, el pdf con el estado contable de la agroexportadora en default llegó el lunes a todos los interesados y afectados por el mayor default en la historia del mercado de granos. Y los primeros análisis que se están difundiendo son muy críticos.

En el balance se destaca la muy fuerte la caída del patrimonio neto entre el balance cerrado al 31 de octubre de 2019 contra el cerrado al 31 de octubre del 2018. En concreto, en 12 meses Vicentin pasó de un patrimonio neto positivo de $30,542,700,08 a uno negativo de $17,502,583,098. Y también sobresale que en el ejercicio cerrado en 2019 tuvo una pérdida neta de $52.536.217.954 cuando al 31 de octubre de 2018 había tenido una ganancia neta de $2.829.439.698. Es que para los acreedores, en este balance 2019 la empresa habría blanqueado las pérdidas que venía escondiendo en los balances anteriores. Sobre todo, porque a mediados del año pasado le había presentado a los bancos un informe patrimonial (no balance) con una ganancia de 600 millones de dólares.

“El balance muestra que Vicentin Saic licuó 131 millones de pesos por día en un año. Muestra que entre octubre de 2018 y octubre de 2019 salieron 41 mil millones de pesos de las arcas de Vicentin Saic. ¿Dónde están esos millones? Eso se podrá saber a medida que avance la investigación penal”, resaltó Gustavo Feldman, abogado de un grupo de acreedores que litiga en la Justicia contra la aceitera. “El contenido del balance muestra que si lo hubieran presentado al momento de solicitar el concurso de acreedores, hubiese sido difícil que un juez imparcial aprobara su apertura. Es por eso que insistimos con que la convocatoria es insalvablemente nula”, resalta el letrado. Para Feldman, “los números del balance 2019 muestran que la omisión de su presentación no era un dato menor como la empresa sostuvo y ahora salta claramente que el juez Fabián Lorenzini actúa como agente de Vicentin y no tiene imparcialidad”.

Por su parte, Carlos Etchepare, uno de los principales analistas del mercado de granos, hizo mención a que en la memoria presentada junto al balance, la empresa sólo responsabiliza por su caída a la situación económica mundial, financiera nacional y a las medidas del gobierno de Mauricio Macri. “Parece que todos tienen la culpa de lo que le ocurrió a Vicentin, menos Vicentin”, resaltó. "Desde la sequía de 2018 hasta la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Pero su management no tuvo la culpa de nada”, ironizó. Si bien las causas que punteó Vicentin como factores de su caída (devaluaciones de 2018 y 2019, sequía de 2018, reperfilamiento de deudas de 2019, mayores tasas de interés mundiales y nacionales y la quita del diferencial arancelario que beneficiaba a la exportación de harina y aceite frente a la de poroto) están en línea con las advertencias que hacía todo el sector agroindustrial en aquellos años, la aceitera santafesina fue la única que cayó. “¿Por qué ellos sí y las otras empresas del sector no?”, se preguntó Etchepare.

Finalmente, el diputado provincial Carlos del Frade, integrante de la comisión investigadora del tema que se armó en la Legislatura, resaltó que “el balance de Vicentín reconoce una deuda de 290.365.000 dólares con el Banco Nación, pero no dice nada de las 1.418 transferencias bancarias que los propios directivos de la empresa se hicieron a sus propias cuentas personales entre agosto de 2019 y enero de 2020, como bien dice el informe del fiscal Gerardo Pollicita. Es muy llamativa la pérdida del patrimonio neto en muy pocos meses. Tampoco hay allí un solo por qué al respecto”. 

Para el diputado, en el balance no hay ni una sola línea sobre fuga de capitales y depósitos en empresas off shore. "Es indudable que la mayor preocupación que tiene la empresa es con los acreedores extranjeros y esa es casi una confesión de lo que buscan: vender la firma a un consorcio multinacional que, de hecho, era lo que buscaron con Glencore”.

Finalmente, Del Frade enumera “otros puntos preocupantes del balance de Vicentín: se presenta con patrimonio neto negativo; los auditores presentan varias salvedades al cierre del texto; se confirma el drenaje de dinero hacia las sociedades relacionadas; en el rubro bienes de terceros (granos en los silos, por ejemplo), no hay nada, ni siquiera aparece, cosa que en el año 2018 si aparecían: una señal que los silos ya estaban vacíos cuando se declararon en estrés financiero y un apunte importante sobre que hay cesión de derechos de fasón y ventas a futuro”.