La Cámara de Puertos Privados denunció ante el Ministerio de Trabajo de la Nación el "ilegítimo accionar" del gremio de los recibidores de granos (Urgara) que desde hace días está realizando medidas de fuerza intermitentes en todas las terminales cerealeras del país que, aseguran, ya no sólo complica la exportación sino que también pone en riesgo la seguridad de las plantas.

"El corolario de lo comentado se está dando desde hoy a las 6 am en Cargill Punta Alvear. Dirigentes del gremio están bloqueando la entrada y la salida de la terminal. Han dejado más de 180 camiones adentro y no permiten el ingreso del personal, ni siquiera de los supervisores, gerentes, ni la brigada de seguridad, violentando por vías de hecho derechos constitucionales. Su irresponsable e ilegítimo accionar está poniendo en serio riesg. la seguridad de la terminal por lo que demás está decir que se hacen todas las reservas legales del caso por los posibles daños y perjuicios que su ilegítimo accionar pudieran provocarle a la empresa o a terceros", denuncia la carta que firmó Martín Brindisi, gerente general de la entidad.

Según se relata en la carta, a mediados de año comenzaron las negociaciones paritarias y se llegó a un entendimiento en el que  "más allá del pago de una suma fija que promedió los $ 40.000 otorgó un incremento salarial del 25% por el período enero/junio 2020 que superaba ampliamente la inflación soportada en el mismo que fue del 12% por lo cual se acordó –por escrito- que todo el excedente se aplicaría, hasta su subsunción, a los meses posteriores".

Pero, según los puertos, "un mes y medio después este acuerdo fue desconocido por Urgara dándose comienzo así a un nuevo reclamo –ya calificado de bifronte- porque ocultaba un nuevo reclamo del Gremio: la disminución de su horario laboral de las 8 horas pautadas a 6, con soporte en que hasta la década de los años 90 ése era el horario del Gremio (solo que silenciando que hasta ese momento había trabajado para el Estado Nacional –ex JNG- que siempre tuvo un horario de 7 horas".

Según los puertos, "a partir de esta nueva pretensión, Urgara comenzó con un paro a fines de agosto, el dictado de una conciliación obligatoria concluída a fines de septiembre, conciliación voluntaria por veinte días que fue interrumpida a mediados de octubre con la realización de un paro general de 24 horas y a partir de allí –cortadas definitivamente las conversaciones por su intransigencia- viene desarrollando una actividad obstruccionista intempestiva, esto es sorpresivos quites de colaboración y negativa a realizar horas extraordinarias ya sea en el sector de recepción de la mercadería en los puertos –conocido como Recepción y donde confluyen centenares de camiones diariamente- como en el sector de embarque que es desde el cual se coloca la mercadería en la bodega de los buques. También la realización de largas asambleas deliberativas –dos, tres y hasta cinco horas, cada una- que últimamente han adquirido un ritmo vertiginoso y se repiten cuatro veces duplicadas una por turno".

Esos quites de colaboración y asambleas se dan casi exclusivamente cuando el puerto (y el país) tiene un buque para exportar mercadería, es decir cuando más daño pueden hacer a la economía no solo de la Empresa sino también a la nacional.

"Párrafo aparte, sostiene la carta, merecen los paros en el área de Recepción. Como dijimos allí descargan centenares de camiones por día, cuyos choferes esperan en las playas de estacionamiento luego de horas de manejo desde procedencia a destino. Los paros sorpresivos y las asambleas reiteradas interrumpen ese flujo, retrasan los cupos dados con los que van arribando ordenadamente, dilatan la descarga y generan un clima de alta tensión que en varias oportunidades ha concluido con episodios de mucha violencia personal".

Finalmente,  según los puertos, "las medidas de fuerza se viene prolongando desde hace más de tres semanas en terminales de distintas asociadas como ACA, ADM, LDC, Cargill,por citar a algunas, pero han sido inútiles los esfuerzos realizados por las empresas por arribar a una solución negociada. Esta verdadera guerra de guerrillas es llevada a cabo por el Gremio indistintamente en Bahía Blanca, Quequén o up river y siempre en los puertos que tienen buque para obstaculizar su operatoria y en esta última semana han comenzado a bloquear las plantas de acopio".