Boca Juniors derrotó 2 a 1 a Gimnasia en el Bosque y recuperó la punta del campeonato a tres días de la definición. Frank Fabbra abrió el duelo con un zurdazo cruzado, lo empató Morales, pero el pibe Langoni le dio la victoria al conjunto de Hugo Ibarra. Ahora, depende de sí mismo para ser campeón.

El partido se fue armando con el correr de los minutos. Inició con imprecisiones y poco ritmo. La lluvia, previa al duelo, hizo mucho más rápida la cancha y los jugadores no se hallaban. Incluso, la lesión de Benedetto a los 9 minutos propició mantener los recaudos de ambos. 
Sin embargo, el juego empezó a fluir para Gimnasia, que se mostraba más ambicioso que Boca. Pero al equipo de Ibarra no le hace falta protagonizar para dañar. Un cambio de frente de Romero a Fabbra, que parecía no traer peligro, derivó en la apertura del marcador tras el zurdazo del colombiano y la floja respuesta de Rey.
El Lobo sintió el golpe y le costó acomodarse hasta el final del primer tiempo. En el complemento, el equipo de Gorosito salió con todo para intentar empatarlo y lo consiguió con un cabezazo de Leo Morales. 
El envión le dio a Gimnasia más aire para ir a buscar el segundo, pero Boca siempre tiene algo más para ofrecer cuando se siente atacado. En un contragolpe, lo encontraron a Villa aislado en la izquierda, el colombiano remató y el palo se lo negó, pero el rebote le cayó a Pol Fernández, tapó Rey y el balón fue a parar al pibe Langoni que no falló. 
Lo que quedó fue el empuje de Gimnasia para ir a buscar el empate y los espacios para que Boca metiera el tercero. No se dieron ninguna de las dos cosas, pero el trámite hasta el pitazo final de Mastrángelo fue vibrante. 
Llegó el final y el festejo de Boca. El equipo de Ibarra llega al domingo del modo que pretendía: líder y dependiendo de sí mismo para recibir a Independiente en La Bombonera. La definición del torneo está que arde, pero más cerca de Boca que de ningún otro.