Marcelo Bielsa es un tipo muy especial, de eso no caben dudas. Su decisión de renunciar al cargo de director técnico del Olympique de Marsella disparó miles de comentarios a favor y en contra, pero al Loco esto último lo tiene sin cuidado.

Después de su polémica dimisión en el club francés, el prestigioso entrenador se subió a un avión que lo trajo a Argentina. Y luego, como cualquier hijo de vecino, esperó un remis que lo llevara a Rosario.

Con una pose muy particular, el Loco fue fotografiado por varias personas que caminaban por el aeropuerto y se sorprendieron con la postal del hombre que ocupó todas las planas deportivas en los últimos días.