Newell's perdió ante River en el Coloso Marcelo Bielsa después de batallar durante durísimo. El equipo de Gallardo superó 2-0 al de Sanguinetti en el cierre del domingo de fútbol en Rosario. Dos errores de Arboleda le dieron a Juan Fernando Quintero y a Robert Rojas los goles del Millonario.

El primer tiempo fue muy disputado y sin espacios para desarrollar acciones coordinadas y de buen pie. Newell’s tapó todos los circuitos de River, metió, mordió y anuló las opciones ofensivas del Millonario.

Solo una vez, al margen de algún error en salida, River pudo encontrar una acción de riesgo en los pies de Santiago Simón, pero el palo se lo negó. Incluso, esa acción tuvo en su construcción el gen del partido. La lucha y la prepotencia.

En el arranque del complemento, la mejor jugada colectiva del equipo de Gallardo se construyó por la izquierda. Desbordó Elías Gómez y Enzo Fernández la quiso colocar, pero el palo derecho ahora dijo que no.

El equipo de Sanguinetti le puso carácter e intensidad al partido, pero de a poco se fue quedando sin piernas. El de Gallardo trató de ofrecer alguna pincelada de talento de sus futbolistas de más jerarquía para intentar ganarlo.

En el complemento, empezaron los padecimientos para Newell's. Sanguinetti movió el banco, sacó a Pablo Pérez (amonestado y al límite), mandó a Cacciabue al campo; hizo debutar a Reasco y le dio minutos a Sordo.

Sin embargo, al poco tiempo, tuvo que usar la última ventana para sacar a Cacciabue porque se lesionó apenas entró. Inmediatamente después, se lesionó Vangioni pero ya no podía hacer más cambios. "Piri" terminó jugando de "9" y sin poder moverse.

Por si fuera poco, aparecieron los errores groseros. Iván Arboleda demoró en una salida, lo presionó Julián Álvarez y el mal despeje le cayó a Juan Fernando Quintero, que la empujó al gol. 

Newell's salió obligado y dejó espacios. River los aprovechó y Robert Rojas quedó solo para disparar entrando al área por derecha. Sin embargo, su remate fue defectuoso, pero otra vez Arboleda respondió mal y se convirtió en el segundo del partido. 

No hubo tiempo para más. La Lepra se fue deshilachando y River explotó su jerarquía cuando su rival bajó la intensidad. Sin embargo, la gran diferencia en el juego fueron los errores no forzados. Dos regalos y victoria del Millonario.