A sus casi 50 años, Estanislao Ayuso sigue defendiendo el arco. No lo hace en un estadio imponente de primera división, sino en el club de su pueblo natal, Teodelina, al sur de la provincia de Santa Fe. Su historia es una mezcla de gloria en el fútbol grande y devoción por sus raíces, un relato que lo convierte en un verdadero ídolo local.
Ayuso fue parte del plantel de Rosario Central que ganó la Copa Conmebol en 1995, un equipo legendario dirigido por Don Ángel Tulio Zof. Aunque no jugó la final, compartió vestuario con figuras como Omar Palma, Pablo "Vitamina" Sánchez y Eduardo Coudet, y absorbió las enseñanzas de ese grupo histórico.
"Era un plantel terrible, primero y principal por el técnico, que es una de las leyendas de Central", recordó Ayuso en diálogo con Rosario3. Su debut oficial en 1996 fue en la Conmebol, y uno de sus momentos más recordados fue un amistoso nocturno en 1997, en Necochea, donde se lució y fue figura, utilizando un "buzo polémico" de la misma marca que viste hoy al Canalla, con "manitos" estampadas.
Después de su paso por Central, Ayuso transitó por el ascenso, jugando en San Martín de Mendoza e Instituto de Córdoba en la Primera B Nacional, y más tarde en clubes como Argentino de Rosario y Tiro Federal. Sin embargo, su destino final siempre fue Teodelina, donde regresó para jugar por más de una década en la Liga Venadense de Fútbol. En 2018, coronó su etapa con el club de sus amores ganando un campeonato.

En 2019, decidió retirarse del fútbol para dedicarse a la dirigencia, ocupando el puesto de vicepresidente durante cuatro años. No obstante, el llamado del arco fue más fuerte. Cinco años después, Estanislao volvió a ponerse los guantes. "Volví al club que me vio nacer. La motivación fue que retomé el entrenamiento para mantenerme y se dieron algunas circunstancias en las que volví a atajar. Es todo raro", contó.
La pasión por el arco se convirtió en un legado familiar. Su hijo Bautista sigue sus pasos en las inferiores del Teodelina FBC, y su sobrino Antonio defiende el arco de la Sexta División de Rosario Central. Para Ayuso, más allá de la posición, lo importante es el mensaje que trata de transmitirles: "Les digo que disfruten mucho el fútbol, que sean educados, que ante todo sean buena gente, que no se olviden de dónde vienen".
La historia de Estanislao Ayuso es un testimonio de lealtad, amor por la camiseta y una pasión que, a pesar del tiempo, se mantiene viva en cada atajada, convirtiéndolo en una leyenda en su pueblo y un ejemplo de perseverancia.




