La FIFA anunció este domingo a la terna arbitral para el debut de Argentina ante Arabia Saudita, el martes próximo a las 7, encabezada por el esloveno Slavko Vincic, quien estará acompañado por sus compatriotas Tomaz Klancnik y Andraz Kovacic.

El cuarto árbitro será el senegalés Maguette Ndiaye y en el VAR estarán Paulus Van Boekel de Países Bajos y Bastian Dankert de Alemania.

Además, el control del offside estará a cargo de Abdelhak Etchiali, de Túnez, junto con el español Ricardo De Burgos.

Vincic, quien a los 42 años debutará en una Copa del Mundo, es árbitro FIFA desde 2010 y dirigió en el Sub 17 de 2017 y en el Sub 20 de 2019. Viene de ser el juez principal de la final de la última Europa League, ganada por el Eintracht Frankfurt de Alemania, en donde juega el colombiano Rafael Borré.

El árbitro esloveno fue muy criticado por su polémico arbitraje en Barcelona-Inter, por la Champions League en octubre pasado, aunque lo que más llama la atención de su pasado reciente tiene que ver con su detención en el marco de una investigación sobre una red internacional de prostitución, drogas y tráfico de armas.

Por qué detuvieron a Vincic


La detención de Vincic ocurrió el 29 de mayo de 2020. El esloveno, por entonces de 39 años, era uno de los árbitros mejor considerados por la UEFA, un status que no perdió después de que lo investigaran por sus presuntas vinculaciones con una banda internacional que tenía alrededor casos de prostitución, venta ilegal de armas y tráfico de drogas.

El esloveno cayó en medio de una redada que autoridades policiales realizaron en Bosnia. A Vincic lo encontraron en una cabaña que estaba desbordada de gente en la ciudad de Bijeljina. Allí, en medio de las estrictas restricciones sanitarias, había 9 mujeres y 26 hombres. En el lugar también encontraron 10.000 euros, armas y una gran cantidad de cocaína.

A Vincic no lo acusaron de haber sido cabecilla de la banda y menos de haber organizado el encuentro, pero lo detuvieron por su presunto vínculo con Tijana Maksimovic, relacionada con el proxenetismo. El árbitro intentó huir en un bote por el río Drina junto a tres personas.

El árbitro esloveno fue liberado a las pocas horas, cuando pudo explicarles a las autoridades policiales y judiciales de Bosnia qué estaba haciendo en la fiesta. En ese momento, argumentó que había sido invitado “tras una reunión con algunos socios comerciales” y que se vio luego sorprendido por la irrupción de la Policía.

“Acepté una invitación a comer, que resultó ser mi mayor error. Lo lamento. Estaba sentado en una mesa con mi compañía, de repente vino la Policía y pasó lo que pasó. No tengo nada que ver con el grupo que fue arrestado y detenido, ni con mis socios comerciales. Nos llevó la Policía, declaramos como testigos y, cuando resultó que ni siquiera los conocíamos, nos dejaron ir. Fue el error más grande de mi vida”, sentenció.