El futbolista Amir Nasr-Azadani fue condenado a muerte por apoyar las protestas en defensa de la joven que murió luego de ser detenida por usar de un modo “incorrecto” el velo islámico en Irán. 

Un texto en la plataforma internacional www.change.org invita a los interesados de todo el mundo a firmar para evitar que el futbolista de 26 años sea ejecutado a través de la horca en público.  Las petición ya tiene más de 1 millón 216 mil firmas y superó el número récord de esa organización. 

Numerosas personalidades de todo el mundo hicieron conocer también su pedido. En las últimas horas, se sumó el exjugador del Betis, ahora en Turquía, Marc Bartra, que reclamó una acción masiva para salvar la vida de su compañero de profesión.

En sus redes sociales, el excapitán verdiblanco, lanzó este mensaje. “¿Nos vamos a quedar con los brazos cruzados y mirando hacia otro lado? No se puede aceptar algo así, de ninguna manera. Todos con Amir Nasr-Azadani y con todas las personas que pasan y han pasado por algo así. BASTA. STOP”.

Otros dos jóvenes de 23 años, Mohsen Shekari y Rahnavard, ya fueron ejecutados en el lapso de pocos días, tras ser condenados también por el delito de moharebeh por un tribunal revolucionario.

Lo más desconcertante, desde un punto de vista del derecho tradicional, es que el delito está abierto a interpretación. “La acusación depende de que un juez crea que los manifestantes están haciendo una guerra contra Dios”, explica Amir Azimi, editor en jefe del Servicio Persa de la BBC.

Dentro de la sharía, el moharebeh es un término legal técnico que tiene varias traducciones que incluyen “hacerle la guerra a Dios”, “guerra contra el Estado y Dios” u “odio contra Dios”, de manera que los culpables son “enemigos de Dios”.