Igor Benevenuto es el primer árbitro internacional de fútbol en declarar públicamente que es homosexual y su historia dio la vuelta al mundo a raíz de sus declaraciones. El brasileño reveló que llegó a “odiar al fútbol” por ser un ambiente “tan machista” y contó cómo fue su vínculo a través del deporte con sus amigos desde la niñez.

"Soy gay, me atraen los hombres y el fútbol es un deporte en el que crecí y al que llegué a odiar porque no soportaba el ambiente plagado de machismo y de prejuicios. Por eso, para poder sobrevivir, inventé una versión falsa de mí mismo. Finalmente puedo ser yo mismo, una persona normal", dijo Benevenuto en el podcast “Nos Armários dos Vestiários”.

El árbitro dirigió más de 50 partidos en la primera división del fútbol brasileño y es el primer juez internacional FIFA en actividad en contar que es gay. "Ustedes no son mejores que yo por el sólo hecho de que les gustan las mujeres", expresó. 

En su conmovedor relato, Benevenuto dijo que eligió ser árbitro porque buscaba colocarse “en una situación de poder” para esconder su sexualidad: “Me posicioné como el dueño del partido, el tipo de la autoridad, y eso remite automáticamente a un figura de fuerza, repleta de masculinidad".

"Muchos suponen que el fútbol es solo cosa de hombres, yo sabía desde mi adolescencia que era homosexual. Pasé mi vida sacrificándome a mí mismo para protegerme de la violencia física y emocional que conlleva la homofobia y el fútbol es uno de los lugares más hostiles para un homosexual", destacó.

Además, en otra parte del podcast en el que contó su historia de vida, reveló: "Para poder tener amigos debí fingir que era heterosexual, pero era sólo una puesta en escena y cuando mis familiares o amigos me llevaban a la cancha, para mí era una tortura".

Benevenuto: "Pasé mi vida sacrificándome a mí mismo para protegerme de la violencia física y emocional".

Benevenuto dijo que llegó a "probar con tener una relación con las mujeres" porque en su familia la religión siempre estuvo muy presente y se señalaba al hombre homosexual como pecador.

"Todo eso me llevó a pensar que tal vez estaba equivocado durante mucho tiempo y era un muchacho triste", reveló el árbitro que durante la pandemia de coronavirus -que tuvo consecuencias tan terribles en su país- dejó temporalmente el fútbol para trabajar como enfermero.

Por último, Benevenuto concluyó: "Hay árbitros, jugadores, técnicos, casados, con hijos, separados, con vida doble… Hay de todo… Existimos y merecemos el derecho de hablar sobre esto, de vivir normalmente".