Una cosa es resbalar en el trampolín de la quinta de un amigo en Funes y que, como mucho, el video circule en tu lista de contactos de WhatsApp.

Pero otra muy distinta es que el “vahído” te llegue justo en la final de un Mundial de salto.

Es lo que le pasó a la australiana Madisson Keeney que competía por la instancia decisiva en la categoría salto de trampolín de un metro en el Mundial de Kazán.

La joven de 19 años se posicionó mal en la salida y no pudo cumplir los dos giros y medio que tenía que realizar: terminó cayendo al agua como una bolsa de papas.

El puntaje recibido fue ¡un cero!

Mención aparte merece la cara de asombro del entrenador australiano, que no daba crédito a lo que acababa de ver.

Para más datos, Keeney es uno de los grandes talentos emergentes de los saltos en el mundo. La joven tiene que participar este viernes en las eliminatorias de trampolín de tres metros. Ampliaremos.