Con sus dos caras, la ambiciosa en ofensiva y la temeraria en defensa, Central derrotó a Atlético Tucumán por 3 a 1 en la fecha 21 de la Liga Profesional. Emmanuel Ojeda y dos de Emiliano Vecchio, el segundo de él fue una joyita, gritaron en un Gigante de fiesta. Junior Benítez descontó a seis del final.

Crónica y goles

 

El primero en sacudirse del cuerpo el calor de Arroyito fue Gino Infantino. Arrancó por la derecha y probó de zurda, potente pero alto. Una advertencia para Luchetti antes de llegar al minuto 3.

Después de esa individual, el canalla empezó a gestar intentos colectivos y tuvo un par de aproximaciones. Una de ellas culminó con un tiro suave de Vecchio que se fue al córner y de esa segunda jugada el creativo del local habilitó a Martínez pero su disparo se fue por encima del arco rival.

A los 13, Luchetti estuvo más rápido que Marco Ruben y Vecchio y bloqueó una nueva acción de riesgo para el conjunto canalla que buscaba el primero con decisión pero no mucha claridad.

Atlético lucía estático pero con poco mostraba fisuras en la defensa, un déficit habitual en el conjunto del Kily González, y Almada cerró justo un centro cuando Menéndez se relamía para el primero. A los 18, otra contra culminó con un tiro de Mussis a colocar que controló Broun.

Central estuvo bien y no dejó crecer a esos fantasmas. A los 20, Blanco sacó un lindo centro pasado, Luchetti falló y Ojeda desde el segundo palo se tiró y con la derecha clavó el primero de la tarde.

El final del primer tiempo fue raro. El conjunto del Kily merecía el triunfo pero daba la sensación que en cualquier momento podía caer un empate. Vecchio lo percibió y aceleró a los 42 con la idea de que Central convierte o sufre y carece de un término medio. El enganche abrió para Infantino que volvió a demostrar su potencia para probar al arco pero Luchetti metió las manos y salvó a la visita.

En cambio, a los 46, cuando la primera etapa se iba Blanco volvió a escalar y sacó un centro preciso para Ruben que pivoteó y se entendió perfecto con Vecchio, que definió de zurda abajo ante floja resistencia del uno visitante. Dos a cero y a los vestuarios.

En el segundo tiempo, con un clima de festejo en las tribunas, Central reguló un poco y Tucumán se animó. Broun tapó una pelota bárbara a los 14 y enseguida Gamba pudo liquidar pero falló.

A los 28, otra vez Vecchio se cansó de las dudas. Zabala encabezó una contra hasta el área, cedió la pelota para el enganche y con una definición a pura calidad, con el sello del potrero, Emiliano la picó y redondeó una tarde de fiesta para el pueblo canalla.

Los minutos finales le permitieron al Kily mover el banco de suplentes y parecía que todo estaba liquidado pero a los 39 la visita pisó el área y un tiro que fue mitad pifia y mitad centro mordido encontró a Junior Benitez que marcó el descuento: 3-1.

Broun, de gran partido, masticó bronca por la imposibilidad de terminar un juego sin recibir tantos en contra.

Hubo tiempo para un tiro libre de Marco Ruben que dio en el travesaño y el uhhh siguió hasta que el encuentro se extingió con celebración en las tribunas. Se viene Colón de visitante, una buena medida para saber si lo de este sábado fue un oasis o hay un futuro mejor con este plantel.

Un lugar en la Sudamericana

 

El triunfo de Central solidifica al continuidad del Kily y el buen ánimo pero sobre todo le permite sostener su objetivo de meterse entre los clasificados a la Copa Sudamericana.

Recortó a dos los cinco puntos que tenía abajo de Racing, el último clasificado. La Academia debe jugar este domingo ante Colón pero el canalla ya cumplió con su parte.

La escuadra auriazul también revirtió las dos caídas en serie y ganó oxigeno el ciclo del Kily González, al que Marco Ruben salió a bancar públicamente en las últimas horas. Se sabe, dentro de la comisión no todos están de acuerdo en su continuidad, pero el 9 le dio un fuerte espaldarazo.