Después de tres días de ataques del narcotráfico en Guayaquil y un motín en la carcel de Guayas (Ecuador), el presidente Guillermo Lasso aseguró en un mensaje en cadena nacional que las fuerzas del orden "retomaron el control". Sin embargo la sensación de un periodista argentino que lleva siete meses trabajando allí, es otra. 

Lo que se vivió entre la madrugada del lunes y la mañana del martes fue un quiebre con la situación del narcotráfico en Ecuador. Fueron más de 20 ataques contra policías, para asesinarlos y generar terror en las calles", comenzó contando en el programa De boca en boca (Radio 2) Guido Laham que lleva un tiempo en el país vecino y agregó: "Hay videos desde dentro de las cárceles donde concretamente los presos amenazaban diciendo «vamos a disparar en lugares públicos donde haya gente inocente»”.

Al parecer, las cifras que hablan de la violencia en algunas provincias de Ecuador llevan tiempo escalando números que aterran. En tal sentido, Laham contó que "en la zona 8 donde está por ejemplo Guayaquil, las muertes violentas pasaron de 547 a 1.225 en lo que va del año. Son números alarmantes". 

En relación a lo ocurrido en las últimas horas, el periodista aseguró que se trata de "un reclamo de bandas narcotraficantes por un anuncio del Gobierno nacional sobre un traslado de cárceles" y comentó cuáles fueron las políticas adoptadas por Lasso después de los ataques: "El presidente declaró estado de excepción por 45 días en dos provincias y decretó un toque de queda desde las 21, un horario temprano teniendo en cuenta la vida nocturna del lugar". 

Por otro lado, el periodista mencionó que la violencia está naturalizada en la sociedad ecuatoriana. "Acá uno se va a dormir y se levanta al otro día con que hubo 10 o 15 sicariatos, pero siempre relacionados entre bandas de ciudades", contó y agregó: "Hay un crecimiento exponencial de las muertes desde hace más de dos años".

Además "las extorsiones las viven como algo natural, desde un monto pequeño a sumas altísimas pero todos los días suena el teléfono de comerciantes. Incluso ya no se sabe si esas amenazas vienen de una banda o de cualquier persona que se habituó a vivir de eso porque la gente tiene miedo. Hay una desconfianza y miedo total y todos deciden seguir con el día a día a pesar de eso", otro dato que aportó el comunicador y que se relaciona con la situación actual de Rosario. 

En relación a su trabajo periodístico y de colegas ecuatorianos, Laham apuntó: "Nos vemos por primera vez preguntándonos cómo cuidarnos mientras hacemos nuestro trabajo porque se vienen rompiendo algunos límites, antes era entre bandas, ahora ya se habla de matar a personas inocentes y la muerte de 5 policías, nada nos garantiza que no maten a un periodista en plena cobertura". 

Para finalizar y ante la pregunta de cómo vive él conociendo la realidad de violencia y criminalidad en Argentina, el periodista respondió que lo primero que piensa "es en Rosario" y profundizó: "Lo que más me preocupa es la dificultad política para resolver el problema cuando todo está tan entrelazado y se deben tomar determinaciones difíciles y drásticas".