Pasa el tiempo y el estado de las cárceles de Santa Fe se agrava hasta límites inhumanos que desvirtuan su existencia: están lejos de servir para recuperar a personas que cometieron algún delito. La superpoblación se profundiza, sobran dos mil presos para la capacidad existente, y las "condiciones rozan la tortura", según dijeron diputados provinciales en una recorrida que realizaron por el penal de Las Flores.

Los legisladores se sumaron a una visita oficial de Jaquelina Balangione, titular del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, quien además presentó un informe en la Legislatura sobre la crisis carcelaria.

En los penales hay alojadas 7.800 personas cuando las plazas disponibles no llegan a las 6.000. Coronda, Las Flores y Piñero son las unidades penitenciarias más saturadas en su número de internos. El problema se extiende a las comisaría que alojan presos y no deberían hacerlo. En la ciudad Santa Fe hay 325 personas en seccionales cuando la población debería ser de 122 y no estable.

Ese escenario pudo ser constatado por los diputados y diputadas que realizaron la visita conjunta a Las Flores, que se hizo el martes por iniciativa de Lionella Cattalini, presidenta de la Comisión de Derechos y Garantías de la cámara.

"Fue sumamente negativa, vimos condiciones de detenciones que rozan la tortura, con muchas dificultades sanitarias y en la cocina, hasta para proveer el pan", dijo Cattalini a De 12 a 14 (El Tres).

Le legisladora recordó que el gobierno provincial había "prometido más plazas" para descomprimir penales pero "esa obra recién comenzó y dudamos que llegue a estar lista". Señaló que "hay presos en comisarías que se fugan todos los días" por esa superpoblación del 30%.

Siempre según datos del Servicio de Defensa Penal, en cinco años crecó un 47 por ciento la población carcelaría. Lo adelantó la propia Balangione en una nota de Rosario3 sobre el fracaso del sistema: "Están todos mezclados; la cárcel no es la respuesta”. Afirmó que las bandas reclutan a jóvenes en los pabellones y mencionó homicidios intramuros. 

Entre 2020 y 2021 se registraron 66 muertes en contextos de encierro: 52 en unidades del Servicio Penitenciario y 14 en dependencias policiales.

En diálogo con El Tres, Balangione resumió que "el estado es crítico" con "una infraestructura que no aguanta la gran cantidad de internos que además tienen cero acceso a la salud y a la educación". Recordó que una de las diputadas presentes, Matilde Bruera, "fue defensora provincial y está acostumbrada a recorrer penales pero nunca había visto este nivel de situación, que va agravándose".