De acuerdo al lugar en el que se viva, el aceite de cannabis puede ser difícil de encontrar. Muchos consumidores elaboran su propia versión en casa utilizando métodos de extracción a base de alcohol o aceite. Y sobre esto hay información y detalles importantes a tener en cuenta.   

Un problema importante con la extracción casera es la graduación. Los consumidores no suelen tener la oportunidad de analizar las cantidades y el contenido exacto del aceite que elaboran, mientras que muchos aceites de CBD (compuesto de uso medicinal) de primera calidad están sujetos a pruebas de laboratorio.

Sin embargo, hacer aceite de CBD en casa es bastante fácil si se cuenta con los ingredientes adecuados. No será tan potente como el aceite de CBD extraído y producido por profesionales, pero con unos sencillos pasos es posible aprovechar parte de los beneficios que ofrece el cáñamo.

Los dos métodos para hacer el aceite en casa

 

Según el sitio especializado cannaconnection, hay dos métodos que se pueden usar para hacer tu propio aceite. El primer método requiere usar alcohol de grado alimentario para extraer el CBD del cáñamo. El segundo, que se ha popularizado debido a la simplicidad del proceso, utiliza aceites vegetales naturales para extraer el CBD. En este caso, los aceites más usados son el aceite de cáñamo, de oliva y de coco.

Antes de elaborar el aceite, hay que saber cuál es la cepa adecuada.

Mientras que en las extracciones con aceite de grado alimenticio el resultado final no es tan concentrado y queda con un color parecido al de una tintura, las extracciones con solventes líquidos dejan una sustancia similar al alquitrán. 

Aquí vamos a compartir el método de extracción con aceite que está publicado en el mencionado sitio. Pero antes, es necesario escoger una cepa adecuada. Hoy en día, muchas variedades se desarrollan para contener altos niveles de THC y bajos niveles de CBD, por lo que es importante prestar atención a ese detalle.

Cómo hacer aceite de CBD con aceites portadores

 

Los ingredientes necesarios, en proporciones estándar, son 28 gramos de flores de cáñamo y 450 gramos de aceite de portador. Lo mejor es usar aceite de cáñamo o aceite de coco, pero también se puede usar aceite de oliva o cualquier aceite vegetal comestible. 

Los pasos

 

Lo primero que hay que hacer es moler finamente las flores de cáñamo, sin que se conviertan en polvo, sino más bien en trocitos muy pequeños y uniformes. Para esto se puede utilizar un grinder o un cuchillo. La consistencia fina y uniforme permitirá la máxima extracción de CBD.

A continuación, hay que extender uniformemente las flores molidas sobre una bandeja para hornear e introducirla en un horno calentado a 110ºC durante una hora. Así se producirá el proceso de descarboxilación, durante el cual el CBDA inactivo se convierte en CBD activo. Al final de la cocción, las flores molidas deberían estar crujientes y ligeramente marrones.

El tercer paso consiste en mezclar las flores y el aceite para iniciar el proceso de extracción. Para ello se deben colocar las flores y el aceite en la parte superior de una cacerola doble, llenarla con un poco de agua y colocarla a fuego lento. Es importante calentarlo a fuego lento, ya que si la mezcla supera los 150ºC se evaporarán los terpenos. Este proceso lleva de dos a tres horas, y el producto final tiene un color entre verde y marrón.

Lo ideal es utilizar un grinder para moler las flores de cáñamo.

Por último, se separa cuidadosamente la olla (con la mezcla de cáñamo y aceite) de la cacerola con agua caliente. Una vez hecho eso, en un frasco o recipiente con cierre hermético se coloca una estopilla (o algún tipo de filtro) y se vierte la mezcla en su interior. Aquí es importante exprimir ligeramente el cáñamo filtrado para sacar la mayor cantidad posible de aceite. Y lo que queda es cerrar el recipiente y guardarlo en un lugar fresco y seco. 

Si bien este aceite no será tan potente como el obtenido con el método del alcohol, no hay que preocuparse por los químicos nocivos que puedan quedar en el aceite, y probablemente también tenga mejor sabor.

Hacer aceite de CBD en casa no es solo un método viable, sino también una opción fácil y eficaz. Y si bien no tiene la misma calidad que un aceite sometido a la extracción en laboratorio, se trata de un producto que, de seguir correctamente los pasos, es seguro y de calidad. 

No obstante, si la intención es intentar ayudar con alguna afección en concreto, lo mejor es comprar un aceite de CBD extraído por profesionales.