Esta semana, pocas horas antes de que el Indec difundiera un índice de inflación de enero que vino a romper con la tendencia a la baja y de cierta estabilidad de los meses anteriores, el ministro Sergio Massa le puso el foco a la industria de la carne y comunicó una serie de medidas orientadas a darles alivio a los bolsillos de los consumidores y a alentar la producción ganadera en el país.

Es que el precio de la carne, que se había mantenido en niveles estables durante todo 2022, pegó un salto muy alto en los últimos meses: desde que se inició este nuevo año, la cotización del kilo vivo en el mercado de Cañuelas trepó un 42%, lo que impactó de lleno en la ya de por sí elevada canasta básica de los argentinos.

La razón por la cual los valores de la carne subieron tan ferozmente son las mismas que explican por qué había estado planchado durante el año pasado: simplemente, por la ley de oferta y demanda. En 2022, la sequía hizo que muchos productores ganaderos decidieran mandar a faena a animales a los que aún les quedaba tiempo de engorde y el stock alcanzó y sobró. Por eso, el precio se mantuvo bajo.

Ahora, hizo su aparición la cara negativa de esa sobre abundancia: ya no hay terneros suficientes y la oferta es escasa, con la consecuente suba del valor de ese bien en el mercado. Encima, entre la alta mortandad de la hacienda y el bajo nivel de preñez de las vacas, el panorama no parece que vaya a mejorar. Es más: para la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías, el 32% del stock de cabezas fue afectado por la falta de lluvias.

Las medidas

Consciente de esta situación, el gobierno nacional informó que los precios de siete cortes parrilleros tendrán una rebaja del 35% y quedarán congelados hasta el 31 de marzo, para luego ir subiendo un 3,2% por mes. Son asado, nalga, matambre, vacío, falda, paleta y tapa de asado.

Además, para las carnicerías de barrio se pondrá en marcha un programa de reintegros de IVA del 10% para compras con tarjetas de débito, y un diferimiento en el pago de la cuota de monotributo o de IVA para los responsables inscriptos por 90 días. Por su lado, el Banco Nación hará reintegros del 35% para las compras con tarjeta de débito BNA.

También los productores ganaderos tendrán un aliciente: Massa informó que tendrán disponible un subsidio de 40% del alimento necesario para la terminación de los animales en feedlot. Todo tendiente a que los chacareros no se desprendan mal y prontamente de animales a los que aún les falta alimentación y mejorar la calidad de las vacas.

¿Las medidas se harán sentir en Rosario?

Según Juan Ramos, presidente de la Asociación de Carnicerías de Rosario, será muy difícil encontrar esos cortes de carne a esos precios en la ciudad. Y si están a disposición, los consumidores no los elegirán. 

"Esta es una movida de los frigoríficos grandes, pero en estos acuerdos se dispone de una carne que nosotros no trabajamos, que el consumidor no consume porque es más gorda, es otro tipo de animal. Los cortes son los que sobran de la cuota Hilton, de los saldos de exportación. Y la carne de un animal de 400 kilos no se consume acá,", dijo Ramos en AM/PM por Radio 2. 

"El bife de nalga es dos veces más grande del que se come habitualmente. El consumidor acá busca la carne mediana, la tierna, la que le rinde. Esto es sólo un beneficio en el precio, pero incluso en planeas similares anteriores algunos carniceros ya la han traído y la gente no lo elegía", añadió.

Según el representante de los carniceros de la ciudad, "esta es una medida pensada para la provincia de Buenos Aires, que es donde apunta la política. Ahí oferta va a haber. Quizás algunas cadenas de los supermercados grandes la puedan tener acá. Pero a los comercios chicos no va a llegar, olvidate". 

Jueguitos para la tribuna

Según Alejandro Bonalumi, periodista especializado en economía, las medidas tendrán un impacto relativo: "Por un lado, hay que tener en cuenta que el reintegro a la compra de carne con tarjeta de débito tendrá un tope de 2.000 pesos mensuales; y por el otro, hay que contemplar que implica el blanqueo de la operación. Los comercios medianos o chicos ¿se van a sumar a esto blanqueando todas las operaciones? Porque ya de hecho muchos se quejan de Billetera Santa Fe, que te hace vender más pero al mismo tiempo blanquear más".

"Además, hay que analizar cómo impactan las comisiones que tenés que pagar por la venta con tarjeta. Y bajar una media res a una carnicería ya le sale un promedio de mil pesos por kilo: si lo vendés al precio de este acuerdo, no te conviene venderlo con tarjeta. Y hay otras aristas a tener en cuenta: ¿cuántas carnicerías tienen Posnet y cuánta gente quiere usar la tarjeta para comprar carne?", añadió.

Finalmente, Bonalumi fue categórico: "Esto es para la tribuna. Fue pensado pocas horas antes de que saliera el dato de inflación, que tuvo mucha influencia del precio de la carne. El gobierno trata de demostrar que hizo algo para tratar de bajar eser índice". Un guarismo que se clavó como una puñalada en la esperanza de la alianza gobernante de enderezar el barco y llegar competitiva a las elecciones presidenciales.