Este lunes fue uno de los peores días para respirar en Rosario. El humo por la quema de pastizales en las islas entrerrianas fue muy intenso y todavía se sufría este martes. Más de 40 brigadistas trabajaron hasta tarde para combatir los incendios pero quedaron algunos focos activos. Desde el gobierno provincial insisten en una solución a largo plazo y reclamaron mayor intervención de la provincia de Entre Ríos.

“Necesitamos que Entre Ríos haga su parte”, dijo el ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, en contacto con el programa Radiópolis (Radio 2). Aunque rige desde el sábado una prohibición nacional para quemar pasturas por 180 días, y desde antes incluso, un acuerdo con el mismo fin, las llamas siguen ardiendo del otro lado del río. Y el humo hace que el aire de Rosario sea irrespirable.

Para Borgonovo “más allá de manejar el fuego hay que ir a un esquema” que límite las quemas. Por eso se inclinó por la posibilidad de que la zona se convierta en un área protegida “porque mas allá de la voluntad y la fiscalización vamos a tener recurrentemente este problema”. “Nos vamos a pasar todo el tiempo, apagando los mismos fuegos”, advirtió.

El diputado nacional y ex gobernador, Miguel Lifschitz, coincidió en una medida de largo plazo y en la dificultad de resolver un problema de tan vieja data sin la colaboración del gobierno nacional. Ante el fuego en las islas, llamó la atención, la provincia y el municipio, está prácticamente atado de pies y manos porque la jurisdicción es de la vecina Entre Ríos. Por eso, para el legislador, casi la única solución tiene que venir de Nación.

Este lunes, el ministro de Medioambiente de la Nación, Juan Cabandié, recorrió la zona de desastre en el humedal. Anticipó “una denuncia penal para cargarles a los responsables el costo operativo” que se está haciendo; esto es, a los productores que queman los campos cuyos nombres trascendieron la semana pasada.

Y opinó que “Entre Ríos debería sacar una ley para prohibir” este tipo de incendios.