Un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) reveló un descenso en la venta de medicamentos de más del 45 por ciento interanual a nivel nacional. Sin embargo, en Rosario y la región la baja no fue tan pronunciada; de hecho, se mantuvo en los parámetros estacionales, cuando por la temporada suele detectarse una merma en la demanda de remedios.

La baja registrada por Came en el rubro Farmacia fue del 45,8 por ciento interanual y fue el descenso más acentuado de los siete rubros relevados en diciembre, seguido por Alimentos y Bebidas (-37,1%).En la 2ª Circunscripción del Colegio de Farmacéuticos de Santa Fe, que incluye a Rosario, tienen, no obstante, otros números. Consultada por Rosario3, la presidenta del Colegio con jurisdicción sobre el sur santafesino, explicó que la baja interanual para la zona, de acuerdo al cotejo de recetas y droguerías, fue en diciembre de 2022 del 6,2 por ciento en promedio respecto de 2023, y del 8 por ciento sobre los productos de venta libre. Agregó que en enero y febrero siempre hay una baja importante pero es estacional.

Con todo, el informe de Came, que supone una fotografía ampliada del estado de situación, revela una situación preocupante.

La médica pediatra especialista en Gestión y Economía en Salud y ex viceministra de Salud del gobierno de Alberto Fernández, Sandra Tirado, advirtió en contacto con el programa De boca en boca (Radio 2) sobre los efectos nocivos que esta retracción implica para la salud pública en su conjunto y particularmente para los pacientes crónicos, como los diabéticos o hipertensos.

Vinculó el descenso en la demanda de medicamentos a la situación económica –precios altos e ingresos magros–, y señaló que otros riesgos, además de la interrupción de tratamientos, es directamente la disuasión de la consulta porque el paciente ya anticipa que no va a poder comprar los medicamentos que le prescriban.

“Hablamos de productos que están directamente relacionados con la salud y con el cuidado (…). No deben estar atados al mercado, a la oferta y la demanda, porque tienen que ver con la salud pública y no me refiero solo a las personas que se atienden en efectores públicos, sino a toda la salud de la población independientemente de quién financie, sean obras sociales, prepagas (o el Estado en su totalidad)”, observó Tirado.

E insistó: “Ciertos medicamentos tienen que tener topes, no pueden estar librados al mercado”.