Lionel Messi y su familia dejaron Rosario este lunes por la noche y partieron rumbo a París, luego del prolongado y merecido descanso tras conquistar la Copa del Mundo con la selección argentina en Qatar.

Leo llegó junto a su mujer, Antonela Roccuzzo, y sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro, cerca de las 21.30 al aeropuerto internacional Islas Malvinas de Fisherton, donde detrás del vidrio del casco principal lo esperaba un nutrido grupo de personas con intención de verlo y despedirlo, según mostró Telenoche (El Tres) desde el lugar.

La familia ingresó directo al sector de pista con sus vehículos y allí un colectivo los trasladó hasta el avión privado de Messi, que pasadas las 22 despegaba hacia la capital francesa, donde el astro rosarino se reincorporará a su club, el Paris Saint Germain.

El equipo que dirige Christophe Galtier suspendió el entrenamiento previsto para este martes, por lo que Leo se sumará el miércoles a los trabajos y podría jugar esta misma semana, ya que el viernes, a las 17 hora argentina, el PSG debe visitar al Chatearoux por la Copa de Francia.

Ya sea en ese partido o en el siguiente, para Leo serán los primeros minutos en una cancha como campeón del mundo, ya que desde la consagración en Qatar, el domingo 18 de diciembre –llegó a la Argentina el martes 20–, se tomó vacaciones y se instaló en su casa del country Kentucky para celebrar Navidad y Año Nuevo.

Allí, casi todos los días hubo vigilia de hinchas afuera y Lionel sólo salió contadas veces, para asistir a algunas fiestas programadas en Rosario, como el cumpleaños de 15 de una sobrina y otra con amigos y familiares en el hotel del casino.

El furor y el desborde generado en Buenos Aires con el intento de recorrido que realizó un micro descapotable con los jugadores de la selección argentina hizo que en Rosario se descartara un evento público con los campeones locales –los otros son Ángel Di María y Ángel Correa– y sólo hubo homenajes con iluminación alusiva en el Monumento a la Bandera.