De cara a la publicación del dato sobre la inflación correspondiente a enero, que se conocerá este jueves a la tarde, desde el Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria(CESyAC) señalaron que, según el último relevamiento, la canasta básica de los y las rosarinas cuesta casi un millón y medio de pesos.
Además explicaron que el poder adquisitivo del trabajador quedó muy por detrás: "Consecuentemente este trabajador te va a responder que, pese a la desaceleración de la inflación, todavía no le alcanza la plata”.
Al aire de Cada Día (El Tres) Ignacio Pandullo dio precisiones sobre el estudio y aseguró que “en los servicios es donde estamos sufriendo los golpes más fuertes”. “En esta oportunidad tuvo un costo de 1.477.549 de pesos. Experimentó una subida intermensual de 3,59 % respecto al mes de diciembre cuando realizamos la última medición”, explicó.
De acuerdo a lo que señaló, los aumentos se presentaron en varias categorías. En lo que es alimentación hubo subas muy importantes por encima del promedio de inflación. Las carnes tuvieron incremento del 6,25 %, mientras que, los comestibles envasados de un 3%.
En tanto, la salud no fue una excepción y también sufrió aumentos: del 2 % en el precio de los medicamentos y 3,5 % promedio en las cuotas de las prepagas.
#CadaDía | La canasta rosarina cuesta casi un millón y medio de pesos. "El aumento para vivir el día a día es mucho más fuerte que esta cifra del millón y medio", dijo Ignacio Pandullo de CESyAC. pic.twitter.com/UhLdxGPCF2
— elTresTV (@elTresTV) February 13, 2025
No obstante, Pandullo aseveró que “en los servicios es donde estamos sufriendo los golpes más fuertes”. “Tuvimos una suba del 25 % en la tarifa de la EPE. 12 % TGI”, precisó. A esto, se le suma un 10 % de actualización en las cuotas de los colegios que además, desde marzo “van a sufrir un nuevo aumento”.
Al ser consultado sobre el contraste sobre los datos de la inflación y los aumentos que impactan en la canasta básica, profundizó: “Lo que pasa es que el Indec incluye muchas categorías. Si uno observa desde la perspectiva de los bienes básicos, para vivir, ve que el aumento es más fuerte. Los aumentos más severos los tenemos en materia de alimentación y en materia de servicio. Consecuentemente repercute más en el bolsillo”.
Sobre esa misma línea, siguió: “Sin dudas que hay una desaceleración de la inflación. Pero qué pasa, el poder adquisitivo del trabajador quedó muy por detrás. Consecuentemente este trabajador te va a responder que, pese a la desaceleración de la inflación, todavía no le alcanza la plata”.
Para Pandullo, los próximos meses son claves para que la economía empiece a funcionar y, consecuentemente, “se recomponga el poder adquisitivo del trabajador y de los jubilados que también han sido postergado en este modelo”.