Un grupo de vecinos decidió darle una mano a Luis, un hombre con discapacidad neurológica y motriz que no deja de trabajar en su kiosco ni un solo día desde hace 50 años. A partir de una nota en una radio local, los oyentes propusieron reunirse para pintar su kiosco. La emoción de Luis cuando vio su local renovado, fue indescriptible.
Tiene 66 años y trabaja en un local en la esquina de Santa Fe y Godeken, frente al Hospital Samco de Chañar Ladeado. A raíz de una entrevista que le hizo el periodista Román Cavaglia de Radio ON, un oyente propuso pintar las paredes del kiosco, que después de muchos años estaba desgastado y desmejorado.
Luis se mueve con su andador y duerme en el hospital. Todos los días, religiosamente camina 60 metros desde su habitación hasta el kiosco, que atiende siempre con una sonrisa.

A Luis le pidieron que viernes y sábado no fuera a trabajar para realizar un trabajo de desinfección, pero en realidad un nutrido grupo de vecinos se reunió a cambiarle la cara a su negocio. Cuando volvió, Luis se encontró con las paredes del kiosco pintadas y no pudo contener la emoción.
Como escribió Eduardo Galeano: “Mucha gente pequeña, haciendo cosas pequeñas en pequeños lugares, pueden cambiar el mundo”