El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) presentó un informe sobre el escenario socioeconómico en el contexto de la pandemia de coronavirus. Durante el 2020 la pobreza trepó a 44,2%, varios puntos por arriba del 40,8% del año anterior, mientras que la indigencia se ubicó en 10,3%, según los datos recabados por la institución. 

El índice de pobreza en niños y jóvenes de hasta 17 años es uno de los más preocupantes, ya que muestra que en ese sector la cifra alcanza un 60,4%.

Es decir, 6 de cada 10 chicos viven en hogares donde el dinero que ingresa no le alcanza a la familia para acceder a un conjunto básico de servicios y bienes materiales, ni tampoco a derechos sociales considerados primarios.

Una de las conclusiones del trabajo, que contempla datos correspondientes al cuatrimestre comprendido entre julio y octubre, es que el 44,2% de la población total está bajo la línea de pobreza en los centros urbanos representados por el relevamiento.

El índice de pobreza en niños y jóvenes de hasta 17 años escaló hasta un 60,4%.

Asistencias sociales

 

El director del Observatorio Social de la UCA, Agustín Salvia, dijo que "sin la AUH, el IFE, la Tarjeta Alimentar y el resto de los subsidios, la indigencia hubiera sido el doble y la pobreza hubiese trepado al 53%".

En ese sentido, se precisa que el 47,4% de los hogares y alrededor del 55,5% de las personas recibió alguna de estas asistencias sociales en 2020, porcentajes que reflejan un crecimiento significativo entre 2019 y 2020.

En tanto, el índice de población de todas las edades con pobreza multidimensional (población con insuficiencia de ingresos y con al menos una carencia de derechos sociales) resultó de 41%, contra el 37,5% de un año atrás.

"Hubo una profundización de las desigualdades y un aumento tanto de la pobreza por ingresos como de la pobreza estructural", señaló Salvia en una charla con periodistas en la que presentó los datos de la encuesta.

El director del Observatorio aclaró que la medición hecha por la UCA arroja habitualmente un índice de pobreza por ingresos más elevado que el del Indec, porque la muestra que se toma es diferente.

"En términos de población, un 10,3% y un 13,7% de las personas cayeron en situación de indigencia y pobreza, respectivamente entre 2019 y 2020", dice el reporte de la Universidad Católica Argentina.

Los indicadores

 

Los informes de la UCA se refieren a la pobreza en términos estructurales para señalar la condición de vivir en hogares con ingresos insuficientes, sumada a la realidad de verse afectado por tres o más déficit en aspectos como la alimentación, la vivienda, el hábitat y el acceso a la educación y al mundo del trabajo.

Por su parte, la pobreza monetaria concentra sus efectos en la población localizada en hogares conducidos por personas que afrontan coyunturas de desocupación o subempleo.

Entre estos grupos, la pobreza crece casi ininterrumpidamente desde 2013-2014 y evidencia un nuevo salto en el contexto de pandemia.

También se señala que el 32% de los hogares urbanos en Argentina no percibe ingresos por empleos registrados, ya sea asalariados o por cuenta propia ni por ingresos provenientes de jubilaciones o pensiones contributivas.

Además de destacar el lugar de residencia, los niveles socio-económicos y el desempleo como elementos que refuerzan la caída de la gente en condiciones de pobreza, se indicó que "la presencia de niñas/os en el hogar se asocia con factores estructurales que también refuerzan" esa situación. 

Los indicadores llevan años empeorando y, según el informe, no mejorarán si no hay un "cambio de rumbo estructural".

El mapa general de la población muestra que el 26,1% no sufre pobreza ni carencias no monetarias, mientras que otro 41% es pobre y tiene al menos un déficit en el cumplimiento de derechos básicos vinculados a la calidad de vida. 

El 29,7%, en tanto, no es pobre por ingresos pero sí sufre privaciones no monetarias y, finalmente, el 3,2% es pobre por ingresos y no tiene carencias en materia de vivienda, hábitat o seguridad alimentaria, por ejemplo.

Las previsiones a futuro

 

El informe asegura que "en tanto se mantenga la actual política recesiva, solo cabe esperar un aumento del desempleo, los trabajos de subsistencia y de la precariedad laboral", como también de las desigualdades estructurales. 

"Un cambio de rumbo estructural no solo necesitará de fuertes inversiones e impulso a las exportaciones, sino también de políticas que reactiven el mercado interno, apoyen a las micro empresas y mejoren su productividad", se indicó.

Las personas encuestadas

 

En cuanto al alcance de la muestra de la UCA, este año hubo 5728 hogares participantes, en los que viven en 17.920 personas, de las cuales 4220 son niños.

El relevamiento abarca a los centros urbanos con 80.000 habitantes o más; entre ellos, la ciudad de Buenos Aires, el conurbano bonaerense, Gran Rosario, Gran Córdoba, San Miguel de Tucumán - Tafí Viejo y Gran Mendoza.