Paulo Milanesio es rosarino, ingeniero civil y viaja por distintos puntos de Ucrania para ayudar a personas damnificadas por la guerra. Actualmente es coordinador de emergencia de Médicos sin Fronteras España y en Cada Domingo (El Tres) contó cómo es afrontar el trabajo desde su puesto de mando en Ivano-Frankivsk, en el oeste de Ucrania, muy lejos de su Rosario natal.

El profesional de 37 años trabaja hace dos años y medio en Médicos sin Fronteras; principalmente, se dedica a la gestión general donde se desempeñan los conflictos activos en Ucrania. La organización mantiene un equipo de más de 630 personas en el área de conflicto y negocia con Kiev y Moscú para que se le permita llegar a las zonas de combate.

"Me dedico a garantizar de entrar a las zonas de mayores necesidades y que podamos trabajar en los entornos lo más seguros posible", dice Paulo. Además trabajó con la ONG en Yemen, Camerún, Etiopía, Mozambique, Guatemala y hoy en medio de la guerra en Ucrania.

"La situación en Ucrania sigue siendo crítica y va para peor", estimó el rosarino al referirse al conflicto entre Rusia y Ucrania a 6 meses del comienzo. Ha pasado medio año desde que las fuerzas rusas irrumpieron en el país vecino, desencadenando una guerra que ha expulsado a muchos ucranianos de sus hogares, ha matado a miles de soldados y sacudió la economía.

Paulo, hincha de Rosario Central, expresó que vive "en una montaña rusa emocional, porque después vuelvo a Rosario y estoy con mi viejo tomando unos mates y una semana después te llaman y te vas a Ucrania a trabajar debajo de las bombas", la cruda realidad que vive el rosarino afrontando un arduo trabajo para que personas que quedaron sin nada puedan volver a empezar de nuevo, en un territorio que aún sigue en conflicto.