Este miércoles partió desde Rosario una caravana de kayaks rumbo a Buenos Aires para pedir por el tratamiento de la Ley de Humedales. Hay varios proyectos en danza en el Congreso, pero poco avance en las comisiones específicas. Temen “efectos contradictorios”. Y advierten sobre legislar sobre un ambiente que ya cambió hace 200 años. 

En contacto con el programa Radiópolis, que conduce Roberto Caferra por Radio 2, el diputado nacional por Corrientes y ex ministro de Producción de su provincia, Jorge Vara advirtió que “hay grandes diferencias entre los proyectos y pueden haber resultados contradictorios". 

"Hay proyectos que están cerca de generar efectos no tenidos en cuenta”, enfatizó.

Entre ellos, mencionó la posible prohibición de especies exóticas sobre los 60 millones de hectáreas de humedales, sin considerar que en muchas de ellas ya existen, hace muchísimo tiempo, especies exóticas, como el maíz, el trigo, la soja, los limones, las naranjas y las mandarinas.

"Ninguna es de origen. Si vamos a un origen sudamericano, puede ser la papa y el maíz, que ni siquiera son de Argentina, pero son de ambiente sudamericano", observó y alertó: “Así nos vamos de la verdadera intención de querer preservar los humedales”.

Pero aclaró: “La Ley de Humedales no va a solucionar el problema de los incendios, ni la bajante del río Paraná ni las inundaciones”.

Otro efecto contradictorio, señaló Vara, podría producirse si se retira toda la hacienda de las islas, ya que –explicó– sin fauna autóctona, ni vacas las pasturas crecerían sin límite y favorecerían la propagación de los incendios. "Es combustible impresionante", señaló.

“Hemos tenido experiencia en el Parque Nacional Mburucuyá –contó–, cuando se crea el Parque y se saca toda la hacienda, los incendios eran incontenibles, eran imparables, porque el pasto no era consumido, no había fauna salvaje para consumir semejante cantidad de material porque se rompió el equilibrio”.

Un equilibrio de más de dos siglos porque, recordó, la hacienda llegó con los españoles: “Pasa que cuando uno ha cambiado hace 200 años el ambiente hay que adaptarse a las nuevas condiciones”. 

El fuego, agregó, es una manera de mantener ese equilibrio de pasturas, siempre y cuando sea manejado responsablemente.

En el Parque Mburucuyá, continuó, se llegó a unaE suerte de solución en la que se permite la ganadería en semanas alternadas, mientras se promueve la cría y crecimiento de la fauna silvestre.

“La ley no va a solucionar nada, lo que va a solucionar es el manejo y la capacitación de la gente”, sostuvo.