Una turista canadiense devolvió una pieza decorativa de las ruinas de la ciudad de Pompeya, en Italia, tras habérselas robado hace más de 15 años, porque, según aseguró la mujer, esa reliquia le había traído una vida de desgracias, con graves enfermedades y mal pasar económico.

Las piezas robadas fueron devueltas al Parque Arqueológico de Pompeya en un paquete enviado desde Canadá, el cual traía una nota firmada simplemente con el nombre de Nicole.

En la carta, la mujer de 36 años relata que durante el último tiempo sufrió cáncer de mama dos veces y que había pasado por una mastectomía doble, es decir que todo el tejido de sus dos senos tuvo que ser removido por completo. 

Ahora Nicole aseveró que ya aprendió "la lección" y, al mismo tiempo, pidió el "perdón de los dioses". "Sólo quiero deshacerme de la maldición que ha caído sobre mí y mi familia. Regresé estos artefactos para que se haga lo correcto por el error que cometí. Lo siento mucho, algún día regresaré a su hermoso país para disculparme en persona”, escribió Nicole en su carta al museo de Pompeya.

Además, la víctima de la la maldición de Pompeya admitió que cuando volvió a Canadá con las reliquias robadas le regaló una de ellas a una amiga suya, con la que comparte un gran amor por la historia y que, ahora, tras tomar la decisión de regresarlas, le pidió que hiciera lo mismo. “Le dije que los enviaría de regreso a donde pertenecen, pero no sé si lo hizo“, resaltó.

En el mismo paquete en el que venía la carta de Nicole había dos fragmentos de mosaico, un trozo de pared de una domus, como eran llamadas las casas antiguas romanas, y dos piezas de ánforas. 

En la caja también estaba la carta escrita por otra pareja canadiense firmada con los nombres Alastain y Kimberly G. Ellos, quien no manifestaron explícitamente ser víctimas de una maldición, pero sí reconocieron el robo, pidieron perdón y regresaron los pedazos de la antigua ciudad romana.

“Hola, les devuelvo estas piedras que mi esposa y yo tomamos mientras visitábamos Pompeya y el Monte Vesubio en 2005. Las tomamos sin pensar en el dolor y sufrimiento que estas pobres almas experimentaron durante erupción del Vesubio y la terrible muerte que tuvieron. Lo sentimos y por favor perdónenos por tomar esta terrible decisión. Que sus almas descansen en paz", se disculparon los rateros a través de la carta, según publicó Crónica.

La maldición de Pompeya

 

El arrepentimiento de Nicole, junto con la devolución de los objetos para enmendar el error y terminar con las desgracias en la que cayó desde entonces, no es el único expresado por un turista desde la creación del museo arqueológico.

Casos similares al de Nicole inspiraron la creación de “Lo que me llevo de Pompeya”, una exposición de mensajes y objetos devueltos por los turistas al museo al aire libre de la reconocida ciudad que perteneció al Imperio Romano, que fue destruida por la erupción del volcán Vesubio en el año 79 D. C.

Entre las diversas historias, se encuentra la de un turista español que había robado un trozo de yeso decorado, que luego devolvió junto con un carta en la que pidió disculpas y aseguraba cómo ese robo había sido un “presagio de desgracias personales y desgracias familiares”. 

Por otro lado, una mujer de Inglaterra que en 2015 había regresado un mosaico robado hace 32 años por sus padres, afirmó en su nota que había decidido devolver los objetos sustrídos a cuasa de las desgracias que le ocasionaron a su familia.