Este martes en el Centro de Justicia Penal comenzarán los juicios de dos resonantes crímenes ocurridos en Rosario: el linchamiento de David Moreira, el muchacho de 18 años muerto a golpes en barrio Azcuénaga en 2014 tras robarle la cartera a una mujer embarazada; y el asesinato del ex concejal Eduardo Trasante en 2020, en su casa. Ambos inician a las 8.30.

El caso Moreira llega este martes finalmente a juicio después de nueve años y luego de cinco postergaciones. La Fiscalía identificó a las dos personas que se ven golpear a Moreira aquel 22 de marzo: Nahuel Pérez y Gerardo "Capocha" Gutiérrez.

En un primer momento les imputaron el homicidio doblemente calificado por el concurso premeditado y por la participación de más de dos personas, delito con una pena en expectativa de prisión perpetua; pero después el fiscal bajó la calificación a homicidio en agresión y en abril de 2017 sumó a un tercer identificado, Cristian Antonioni.

En 2019 Pérez aceptó en un juicio abreviado la pena de tres años de prisión condicional, pero los otros dos no y ahora la causa llega a juicio oral y público.

En tanto en el caso de Trasante, hay cuatro detenidos: el piloto civil peruano condenado en dos causas por narcotráfico, Julio Rodríguez Granthon, Alejo Leiva, Facundo Sebastián López y Brian Nahuel Álvarez. Todos están acusados de "homicidio doblemente calificado por precio o promesa remuneratoria y con el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego" en calidad de partícipes necesarios. Rodríguez Granthon, preso en el penal federal de Ezeiza, habría sido quien solicitó a otros de los imputados que consiguieran el vehículo empleado en el crimen, que fue encontrado unos días después.

Según la investigación, el 14 de julio de 2020 dos personas que dieron varias vueltas en automóvil por la manzana en la que está ubicado el domicilio, tocaron a la puerta de la vivienda y, tras mencionar que buscaban a una de las hijas del pastor, ingresaron. Cuando la pareja de Trasante lo llamó y el hombre bajó de la planta alta, fue asesinado de dos tiros delante de sus familiares.

El ingreso y egreso de los agresores quedó registrado en una cámara de videovigilancia, y el tiempo que estuvieron en la vivienda fue de seis minutos.