Por primera vez desde que se instaló la circulación comunitaria de covid-19 en Rosario, el informe semanal de la Municipalidad consolidó números alentadores. La duplicación de casos pasó de 26 a 47 días en esta última semana y el RT se ubicó por debajo de 1. La ciudad ya no representa la mitad o más de los casos de toda la provincia sino alrededor de un tercio. El índice que sigue en ascenso es el de letalidad (relación fallecidos/contagiados) que en octubre no paró de subir: desde 1% el 2 de octubre, pasando a 1,29 el viernes 25, y llegando a 1,37 anteayer.
Este escenario ofrece algún respiro a las autoridades. El pedido es no relajar los cuidados, la batalla continúa, pero permite pensar en rehabilitar nuevas actividades. Este sábado fue el turno de la actividad náutica y la pesca. A propósito, el intendente Javkin vivió un incidente que conjuga muy bien el clima social de estos días, cuando le contestó por mensaje privado a un usuario de Twitter que en el clamor por el regreso de las actividades náuticas proponía manifestarse frente a la casa del intendente.
“A la Municipalidad vengan todo lo que quieran y vamos a atenderlos, a donde están mis hijos ni se les ocurra”, le espetó Javkin. La conversación siguió por teléfono, al inicio con intercambios poco amigables (parece que costó convencer al vecino de que el otro era efectivamente el intendente), explicaciones que no alcanzaban y fue descendiendo en intensidad, hasta que Javkin hizo lo que corresponde por su investidura: pidió disculpas por el enojo y lo invitó a tomar un café al día siguiente en la Municipalidad. Tuvo que insistir con el convite ante la desconfianza de que se tratase de una celada para hacerlo detener por instigar la manifestación frente a su casa, y cuando lo logró, todo concluyó con un distendido encuentro. Entre risas e historia de río.
La anécdota describe el momento del nuevo intendente de Rosario. Al frente de una situación tan anómala e inesperada y sin recursos económicos –siempre hay alguien dispuesto a montar una carpa de protesta en la Plaza 25 de Mayo, cuando no son los municipales son los empresarios de sonido y productores con deudas atrasadas–, Javkin esculpe su autoridad y construye cercanía con los vecinos.
Hace política desde su adolescencia y sabe que nada reemplaza el contacto cara a cara. Ni siquiera el barbijo. En eso está ahora que puede. Camina al trabajo, almuerza en bares. Visita, explica, promete, se presenta, interactúa celular en mano filmando sus propios videos-entrevistas con vecinos de los barrios. Esta semana fue a Villa Moreno, donde se quedó tres horas en lugar de una.
En el día a día, para la gestión, usufructúa la plataforma de gobernabilidad que consiguió anudar al asumir. En el Concejo Municipal logró acuerdos por izquierda y derecha que exceden largamente al Frente Progresista. Ahora espera que le voten la emergencia en el transporte urbano para reformular todo el sistema que pierde fortunas. Esas alianzas tan diversas amplían los horizontes de negociación parlamentaria, pero exigen dedicación, ofrecen protagonismo y son una permanente fuente de demandas.
Con el socialismo la alianza política está firme. No hay dudas en el rumbo, en lo macro, aunque surgen cortocircuitos y enojos en los temas de gestión de uno y otro lado. Javkin rezonga por las deudas acumuladas en el último semestre de 2019 y pide aceptar que ahora es él quien conduce el gobierno y el Frente en Rosario. Hay un enroque de argumentos: ahora es el socialismo el que dice que se entera por los diarios y no es consultado en las decisiones políticas.
Javkin también usufructúa la buena relación con el gobernador. Relación de necesitados. Perotti le dispensa recursos y la atención que no suele ofrecerle a sus compañeros de partido. El rosarino lo ayuda a familiarizarse con la ciudad y a que la entienda mejor. Y no se corta solo si recursos y obras de Nación para Rosario están de por medio. Cuando se encuentran sin formalismos institucionales de por medio, suele invitarlo a sentarse en un bar o restaurante a comer juntos.
Decretos
La provincia es indispensable hoy para Rosario. Es decir, Perotti es indispensable en la gestión de Javkin. No es sólo la salud pública, ahora más que nunca también el transporte. En ese sentido, el decreto que formalizó el boleto educativo gratuito provincial es un alivio, porque volverán a subir usuarios a los colectivos cuando se retomen las clases y garantizará un piso de financiamiento.
Otro decreto del gobernador Perotti estuvo en el centro de la escena esta semana, y no de forma positiva. Es el que el 21 de septiembre concedió por 15 años el juego on line en Santa Fe a los casinos de Rosario, Santa Fe y Melincué.
Ese decreto, según la oposición, está mal de papeles, al punto que motivó una denuncia penal de parte del bloque de diputados radicales.
Los denunciantes sostienen que es ilegal tomar esa medida por decreto. Además, que en Santa Fe no hay ley de juego, sino de promoción del turismo, contexto en el cual autorizó, después de décadas de debate, sólo tres casinos en Santa Fe, Rosario y Melincué.
El gobierno provincial, que no informó públicamente cuando sacó el decreto, salió rápido a contestar. Adujo cuestiones económicas en función de la pandemia (a pesar de que el negocio concedido es por 15 años), peligro de fuentes de trabajo y caída de ingresos tributarios. Indicó que el tema se trabajó técnicamente durante meses y se solicitaron dictámenes jurídicos. “El gobernador no hizo más que autorizar una modalidad de captura on line de juegos que ya están autorizados por ley en Santa Fe”, justificó el presidente de la Caja de Asistencia Social Rodolfo Cattáneo.
Sabido es que los casinos son grandes contribuyentes de la provincia, pero especialmente de las tres municipalidades. En el caso de Rosario, desde el mismo momento que abrió en 2009 pasó a ser el principal contribuyente de Drei.
El gobierno también arguyó que cerrados los casinos es necesario habilitar el juego on line para evitar el juego clandestino. El diputado Maximiliano Pullaro cree que es una explicación traída de los pelos: “Son públicos completamente diferentes, son cosas distintas, el juego clandestino compite con los casinos, no con el juego on line. Esto es otra cosa, no hay que trasladarse, juega cualquiera desde una pantalla de un celular, tablet o una computadora en cualquier lugar”.
Más allá de los argumentos de una y otra parte, algo está claro. El gobierno, por motivos no especificados, quiso evitar el debate en la Legislatura. Por lo tanto no se pudo debatir si concesión cerrada o con competencia, canon, ficha limpia, período de concesión, publicidad y prevención de ludopatía, que el juego digital permite de forma más efectiva que la presencial, entre otros aspectos que se discutieron, por ejemplo, en provincia de Buenos Aires y CABA.
Gabinete
Si algo molesta a los gobernantes, por razones obvias, es cuando comienzan los rumores sobre renuncias y cambios en su staff de colaboradores. El gobernador Perotti hizo algo impensable: fue él mismo el que instaló ese clima al declarar que haría cambios, pero sin fecha ni plazo.
“Los cambios de gabinete no se avisan, se hacen”, fue el comentario más repetido esta semana en los ambientes políticos. Está claro que no se le escapó lo que dijo. Pero también está claro que si es parte de una estrategia, o tiene una carta en la manga, ni los propios la entendieron.
Ministros enojados, otros desconcertados, otros recalculando. ¿Qué hacer con las reuniones agendadas para esta semana sino se sabe si la siguiente estará en el puesto? La misma incertidumbre alcanza a los interlocutores: ¿con qué autoridad habla tal o cual ministro que quizás en semanas sea historia?
Así el gabinete provincial terminó en boca de toda la política santafesina en cuestión de horas. Una trituradora de nombres especuló con los que suben, bajan, o se corren de despacho. La idea no es sumarse a ese manoseo, por lo cual sólo avanzamos aquí sobre algunas dudas a develar y escasas certezas.
Duda: ¿Se viene un gobierno más perottista para más enojo del resto del peronismo, o el nuevo gabinete reflejará una apertura en ese sentido? Hay ahí un dato a observar.
Certezas. Jueves a la tarde. Horas de negociaciones finales por el presupuesto provincial que ingresó a la Legislatura el viernes. De un lado se sentaron senadores provinciales a afinar obras públicas y partidas para sus departamentos; enfrente el ministro de Economía Walter Agosto y Marcos Corach.
Corach es un histórico que fue convocado desde la Municipalidad Rafaela al gobierno provincial hace unos meses. Es del riñón duro del perottismo y será una especie de jefe de Gabinete, con la misión de aportar el volumen político que el gobierno no desplegó hasta el momento. También será el interlocutor con la Legislatura, papel que ya viene cumpliendo, a pesar de que formalmente corresponde al Ministerio de Gobierno.
Por lo pronto, Corach tiene la ventaja de que, a diferencia del actual ministro de Gestión Pública Rubén Michlig, se dirige la palabra y puede trabajar junto con Agosto.
Otras dos áreas donde seguramente habrá modificaciones son educación y salud. Es difícil pensar que nada cambie antes de sentarse a discutir las condiciones del regreso a clases y la paritaria el año próximo.
En Salud, la ministra Martorano pareciera tener la continuidad asegurada, pero esa cartera requiere cambios. La estructura de loteo, donde conviven distintos grupos políticos y representaciones de los grupos de la salud privada, no va más. No sólo dinamitó al ex ministro Parola, sino a varios funcionarios de segundas y terceras líneas. Algunos se fueron y otros se corrieron. Un ejemplo ínfimo: esta semana, por primera vez, no se pudo garantizar el reporte epidemiológico diario. El gobernador necesita darle un orden a esa estructura, que no resulta funcional ni efectiva para atender la pandemia.
Además de los cambios de gabinete, Perotti revisó su estrategia y modos en relación a los problemas de gobernabilidad que tuvo en estos 10 meses.
El acuerdo Ejecutivo-senadores PJ está muy firme, pero el Senado funciona con un piso de acuerdos que lleva años. Por eso se postergó una semana la aprobación de un crédito de 100 millones de dólares hasta que la minoría radical pudiera también cerrar las negociaciones por el presupuesto para sus departamentos.
Perotti también convocó al presidente de la Cámara de Diputados Miguel Lifschitz. Esa relación personal necesitará muchos más encuentros para descongelarse, pero lo del jueves fue un paso. Sólo 40 minutos. El gobernador le pidió al socialista que facilite el tratamiento de la ley de Presupuesto/Impositiva y el paquete de conectividad para dotar de banda ancha a toda la provincia. Lifschitz se comprendió a debatirlos antes de que termine el año. Antes de levantarse le preguntó por la Junta de Seguridad provincial que se anunció pero no se convocó y por el paquete de leyes de seguridad.
