En un cruce del debate entre los candidatos a vicepresidente Agustín Rossi y Victoria Villarruel, la libertaria y compañera de fórmula de Javier Milei defendió al represor rosarino Juan Daniel Amelong, un teniente coronel retirado del Ejército con tres cadenas perpetuas y otras condenas por crímenes como secuestros, torturas, robo de bebés y desaparición forzada de personas durante la última dictadura cívica militar.

Villarruel volvió a negar el Terrorismo de Estado reconocido por cientos de condenas a lo largo de todo el país, reiteró que "no fueron 30 mil" los desaparecidos y se negó a responder si ella cree que los genocidas deben ser liberados, como ha expresado en otros momentos e incluso en marchas públicas.

En ese contexto, recordó que “hubo víctimas del terrorismo de Montoneros y el Ejército de Revolucionario del Pueblo (ERP)” y puso en ese rol de víctima a Juan Daniel Amelong. Dijo: “Su padre fue asesinado por Montoneros y hoy está preso”.

La diputada omitió mencionar las condenas que recibió el represor que fue mencionado por varios sobrevivientes como un activo integrante de las patotas que actuaban bajo el amparo del Destacamento 121. Además, si no hubo un juicio que buscara a los culpables del asesinato de su padre fue, justamente, por el aparato ilegal de represión que montó la dictadura y del cual Amelong fue parte.

La mención de la abogada negacionista se produjo horas después de la Cámara Federal de Casación Penal resolviera que Amelong, debe regresar a la cárcel militar U34 ubicada en Campo de Mayo, luego de que le fuera revocado el beneficio de la prisión domiciliaria.

“Juan Daniel Amelong fue uno de los principales actores del terrorismo de estado en nuestra región, no sólo por su probada participación en decenas de delitos de lesa humanidad sino también desde su lugar funcional como Jefe de la Sección de Operaciones Especiales de Inteligencia del Destacamento de Inteligencia 121 desde donde se comandaban los operativos de secuestros, privaciones ilegítimas de la libertad, tormentos, sustracción y supresión de identidad de menores y desapariciones forzadas. No le va a alcanzar la vida para cumplir las condenas que le recayeron en el fuero federal por su activa participación en el genocidio, tres de ellas a prisión perpetua”, afirmó a Rosario3 la concejala y abogada en causas por delitos de lesa Jesica Pellegrini.

Amelong desplegó su rol, tercero en cadena de mandos luego de Guerrieri y Fariña (también condenados), en los distintos centros clandestinos de detención que funcionaron en el circuito del Ejército. “Y todo ello, con un marcado grado de compenetración en la tarea represiva, no sólo por su participación personal y de mano propia en los delitos más aberrantes, por haber “aportado” uno de los CCD como La Intermedia (propiedad de su familia), sino también por su compromiso ideológico y formación previas”, agregó Pellegrini.

La crueldad del teniente provocador

 

La abogada contó además que "en su legajo consta un detalle significativo: estuvo en “Comisión Orden Especial” N° 7/75 “Operativo Independencia”, en Tucumán, mucho antes del golpe de estado, razón por la cual su institución lo destinó a participar de las “Operaciones Especiales de Inteligencia” del Destacamento de Inteligencia 121 tomando en cuenta sus “actividades”, “compromiso” y “experiencias” anteriores".

"En cada uno de los juicios en los que se lo condenó –siguió Pellegrini–, se caracterizó por ser un provocador, por proporcionar a las familias de sus víctimas un nuevo dolor. No sólo vociferando la teoría de las conspiraciones de víctimas mentirosas en “juicios por venganza”, sino también amenazando a testigos y reivindicando el uso de la tortura. Recuerdo particularmente el testimonio de Olga Moyano, sobreviviente de Fàbrica Militar de Armas, en el que relataba las torturas que había padecido Ariel Morandi, un enfermero a quien le quemaron el cuero cabelludo en una sesión de tormentos y que permanece desaparecido. «Esto se está poniendo calentito. Lo que hace falta acá es un poco de bencina», dijo Amelong en esa ocasión".

"Ufanándose de su profesión de abogado, se dedicó a cuestionar la legalidad de los juicios por delitos de lesa humanidad en cada ocasión en la que tomó la palabra. Todos y cada uno de los planteos fueron desestimados por todos los tribunales intervinientes, cuestión que debería tenerse presente en este contexto en el que todo pretende volverse a foja cero. Cientos y cientos de horas, de extensas jornadas, años de desandar todas y cada una de estas tesis que no encontraron asidero ni en el menos democrático -por definición- de los poderes del estado argentino. Y más allá también, Amelong es uno de los represores que elevó su reclamo de “legalidad” ante la CIDH, organismo internacional que ya cerró esta vía al responderle a Suarez Mason que su detención fue legítima y que las disposiciones en el país no son arbitrarias ni lo fue la aplicación de la ley: «Es particularmente excepcional el hecho de que el peticionario sea, en efecto, una persona juzgada y condenada por crímenes de lesa humanidad»”, agregó.

El teniente coronel (re) fue miembro del Destacamento de Inteligencia que organizó la represión ilegal coordinada en centros clandestinos de detenciones que funcionaron en el Gran Rosario. “La Calamita”, “Quinta de Funes”, “La Intermedia” y “Escuela Osvaldo Magnasco” fueron comandados por el coronel Pascual Oscar Guerrieri, y ese dispositivo también incluyó la Fábrica Militar “Domingo Matheu”. En cambio, el Servicio de Informaciones que funcionó en la ex Jefatura dependía de la Policía de Rosario.

Amelong fue algo más que un ejecutor del terrorismo de Estado. Entregó una casa-quinta de propiedad familiar al Ejército para convertirla en centro clandestino, conocido como “La Intermedia”.

El "teniente Daniel", como se lo identificaba en aquellos años, está condenado a prisión perpetua en causas diferentes: en Quinta de Funes o Guerrieri IV (29 víctimas); en Guerrieri III (47 víctimas); 10 años de prisión en Guerrieri II (26 víctimas); y 13 en el caso Hospital militar de Paraná (la sustracción de los mellizos Gullino).

Amelong, en el centro, y otros represores en el juicio por la causa Guerrieri III (Alan Monzón/Rosario3).

"Amelong y su patota mataron a mi viejo y a otros más"

 

Las palabras de Villarruel desataron también la reacción de los familiares de las víctimas de Amelong, en particular de Florencia Garat, hija de Eduardo Garat -abogado, escribano, militante de la JP, secuestrado en abril de 1978-- , quien escribió desde su cuenta personal en la plataforma X (exTwitter): "Amelong y su patota mataron a mi viejo y a otrxs tantxs más".

"A mi papá lo tuvieron con grilletes hasta que lo asesinaron en la parrilla. Su cuerpo fue probablemente tirado. Este año lo condenaron a su no se cuánta perpetua. Le acaban de negar la domiciliaria la justicia federal", contextualizó en referencia a la reivindicación de la candidata a vicepresidenta de Milei.

También el hermano de Florencia, el escritor Santiago Garat, manifestó en su cuenta de X: "Amelong es parte del circuito represor que me arrebató a mi papá. Es responsable directo del asesinato del papá de mi amigo, hermano y compañero (el diputado nacional) Eduardo Toniolli. Condenado a tres cadenas perpetuas por los delitos aberrantes que cometió... y Villarruel lo reivindica".

Por su parte, Toniolli, quien ayer denunció las visitas de Villarruel a Amelong en la prisión de Villarruel, sostuvo esta mañana declaraciones a El Destape Radio que "ayer Victoria Villarruel no pudo responder una pregunta muy simple que le hizo Agustín Rossi, que es si ella sigue con la idea de liberar a los genocidas. No lo pudo responder porque la respuesta todos la conocemos, es sí", puntualizó.

Las declaraciones de Villarruel

 

La candidata a vicepresidenta por la Libertad Avanza (LLA), Victoria Villarruel, reiteró hoy que "no fueron 30 mil" los desaparecidos durante la última dictadura cívico militar y afirmó que en un eventual gobierno de Javier Milei se "crearán las condiciones" para que "los argentinos utilicen los dólares en el país",informó Télam.

En el debate de vicepresidentes que se desarrolló en el canal TN, aseveró que "no fueron 30 mil los desaparecidos" y reivindicó la figura de un condenado por delitos de lesa humanidad.

"Reconozcamos que hubo víctimas del terrorismo de Montoneros y el Ejército de Revolucionario del Pueblo (ERP). Por ejemplo, (Juan Daniel) Amelong, su padre fue asesinado por Montoneros y hoy está preso por delitos de lesa humanidad", señaló sobre el represor condenado.

El militar mencionado aparece en numerosos testimonios de sobrevivientes de la dictadura y fue parte de un grupo represivo de centros clandestinos de detención.