La polémica bien podría ser un deporte argentino y ameritaría, quizás, un espacio propio dentro del fabuloso Museo del Deporte Santafesino. La recorrida por los cuatro niveles del edificio ubicado en Ayacucho al 4800, en la zona sur de Rosario, incluyó a periodistas especializados que marcaron algunas ausencias llamativas.

La primera surgió por el lugar que se le dio a Carlos Alberto Reutemann, una gloria del automovilismo. El Lole está entre los doce pilotos destacados (cada uno con un casco según su competencia y año) y en la historia que se narra en un micro cine con pantalla 360° pero el presentador del espacio (hay uno por cada disciplina), es Oscar Popi Larrauri.

“A Reutemann lo llamamos varias veces para filmar el video de presentación pero no se pudo dar”, explicó a Rosario3 Daniel Gazo, el director del montaje que hizo la empresa Mude.

Además, desde el equipo de esa firma contaron que acordaron con el ex piloto de Fórmula 1 trasladar al subsuelo del edficio el auto que está en el ACA de Palermo (un Fórmula 2) pero eso no se pudo concretar por razones operativas. “Había que bajarlo con una grúa y desde la empresa de seguros se opusieron”, detallaron.

“No se pudo hacer ahora pero yo creo que lo vamos a sumar, este Museo está vivo y seguirá incorporando cosas”, añadieron quienes participaron de esa gestión.

La discusión, está claro, no es solo deportiva. Encubre la sospecha de una marginación por razones políticas al senador nacional y dos veces gobernador por el peronismo. “No hay nada político. Esto lo hizo una empresa de Buenos Aires y lo contactaron varias veces”, reforzó el secretario de Desarrollo Deportivo, Pablo Catán.

Otros de los presentadores en los audiovisuales de los tótem de inicio de cada disciplina que llamaron la atención fueron el periodista Enrique Manuel Macaya Márquez en fútbol y entrenador Julio Lamas en básquet, ambos de Buenos Aires. “No todos los que participan son de Santa Fe, se eligió hacer una combinación según el caso o por el valor de lo que cuentan”, dijeron los creadores del Museo.

Otro de los íconos del deporte santafesino sin tanta presencia es Lionel Messi. Hay dos camisetas del capitán de la selección (que aportó un coleccionista, no La Pulga) y un mural con imágenes, pero queda sabor a poco.

“Estuvimos una semana en Barcelona para entrevistarlo y hablar con él pero no nos atendió porque se había lesionado y no pudo. Son cosas que pasan, de logística, pero lo vamos a sumar. Vino el padre a ver el Museo y nos prometió una camiseta del partido Argentina – Holanda del Mundial de Brasil y un Balón de oro”, contó a este medio uno de los coordinadores del equipo de 80 personas que participó del armado del Museo (entre técnicos, productores, diseñadores gráficos, animadores y otros).

Algo similar ocurrió con Angel Di María cuando fueron a París. A diferencia de otros deportistas, los futbolistas de élite fueron los más difíciles de acercar al proyecto pero los organizadores confían que a partir de que el espacio se hizo realidad se sumarán.

De todas las preguntas o cuestionamientos realizados hubo uno que rebotó como un eco infinito en el edificio de barrio Tablada, sin respuesta: “Falta el Trinche Carlovich y la camiseta de Central Córdoba”.

“Es cierto. Pero esto no es un Museo final, es la primera propuesta. Tendrá movimiento y evolución porque el deporte está vivo. Nos faltan los Juegos de Lima también. A Carlovich lo vamos a incorporar, todo seguirá creciendo”, respondió Gazo.