Días atrás, la Fiscalía de San Lorenzo resolvió no impulsar la acción penal contra Silvana L., la mujer que el 15 de julio mató a un perro en esa ciudad y luego fue escrachada por los dueños del animal.
Según publicó el diario Pregón, la decisión se tomó tras corroborar, mediante testimonios, registros fílmicos y antecedentes, que el bull terrier llamado Floyd ya había protagonizado ataques a otras mascotas en barrio El Pino. En el último episodio incluso puso en riesgo a Silvana, a su hija –una bebé de 10 meses– y a un niño de 3 años, dice el dictamen.
De acuerdo con la reconstrucción de la Unidad Fiscal, el perro se escapó de un galpón e irrumpió en la vivienda de la acusada, donde mordió a la mascota de la familia. Las cámaras de seguridad muestran cómo la mujer intentó separar a los animales a los gritos hasta que finalmente apuñaló al pitbull, que murió en el lugar. Todo ocurrió en presencia de sus hijos y nietos, en un contexto que para la Fiscalía resultó claramente defensivo.
El dictamen valoró la declaración de vecinos que relataron al menos cuatro episodios previos de ataques de Floyd, uno de ellos filmado. Con esos elementos, el fiscal concluyó que “no existen elementos serios ni verosímiles para continuar la investigación”, por lo que la causa fue desestimada y la mujer quedó desligada de responsabilidad penal.
En diálogo con el medio citado, Silvana L. expresó: “Espero que nadie pase por el momento espantoso que tuve que vivir. Ya había pedido que se lleven a ese perro porque estaba con mis nietos y era peligroso. Mintieron en los medios sobre lo que pasó. Ahora me siguen difamando, pero mi abogado ya inició acciones legales contra quienes difundieron esas versiones falsas”.
Pese a la desestimación de la causa, la mujer aseguró que la familia del perro que mató continúa hostigándola a ella y a su entorno a través de redes sociales, exponiendo sus nombres y difundiendo mentiras. Por esa razón, dijo que iniciará acciones legales.
Aquel 15 de julio en diálogo con El Tres, David, el dueño de Floyd, había aportado otra versión sobre el comportamiento del perro sacrificado por su vecina: “Nunca atacó a nadie, todos lo conocen, jugaba y no era agresivo ni hacía nada. Lo mató por las dudas. La Policía le preguntó y dijo eso, que fue por su seguridad que lo mató”.



