El gobernador Omar Perotti se reunió ayer en la Casa Rosada con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro del Interior, Eduardo de Pedro –por ratos se sumó el presidente Alberto Fernández– para llevar el reclamo formal de las municipalidades de Rosario y San Lorenzo, entre otras localidades más pequeñas de la región, a fin de que se modifique la consideración de “alerta epidemiológica” en la zona. Es justamente esta clasificación la que obligó al gobierno provincial a suspender la presencialidad escolar, por ahora solo por una semana.

De acuerdo a lo que informaron desde Radiópolis (Radio 2), el gobernador estuvo casa de Gobierno hasta las 21,30 de ayer pero no se fue con un sí no con un no. Ante la solicitud de que Nación revea la clasificación, se optó por analizar en situ la dinámica del sistema sanitario que da respuesta a la segunda ola de coronavirus.

La cuestión es revisar qué se puede mejorar a fin de que tanto Rosario como San Lorenzo escape de la zona roja ya sea tanto con más camas como con más respiradores, insumos que serían aportados por el gobierno nacional.

De esta forma, Perotti se trajo a la provincia el firme compromiso de Fernández en fortalecer el sistema sanitario, pero para ello se hará un monitoreo al menos hasta el viernes a fin de tener un panorama claro sobre cómo funciona la estructura de salud.

Una vez que se tenga más claro el panorama, se podría revisar la inclusión de ambas localidades en el alerta epidemiológica y recién ahí se podrá conocer si se abrirán o no las aulas la semana que viene.