A pesar de que en 2020 el dengue azotó la región con el saldo fatal de dos muertes y un número alto de casos –1477 confirmados autóctonos y 29 confirmados importados– desde mediados de diciembre ya no se reportaron pacientes con la enfermedad. Sin embargo, existe en la ciudad una colonia de los mosquitos que son capaces de transmitirla: los Aedes Aegypti. ¿Por qué quedaron en cero los contagios?

“Es bueno aclarar que existen varias especies de mosquitos pero no todas transmiten dengue, solo los aedes cuando están infectados. De todas maneras, tiene características distintas a un mosquito común en cuanto a dónde se desarrolla”, sostuvo el director de Vectores, Carlos Tasinato ante la consulta de Rosario3. Y aclaró: “Existe una población del mismo en nuestra zona pero no está infectada con dengue”.

La irrupción virulenta del mosquito fue a principios de diciembre, cuando surcaron el aire caliente de la ciudad pequeñas flechas certeras. Insoportable andar sin un espiral en la mano. Se fueron pero nunca del todo: en los últimos días del año, hubo que rascarse fuerte. Tasitano explicó que esos “bichos” son de la familia “culex”, es decir los moquitos “comunes y corrientes”, y no los aedes que son los vectores del dengue.

Ésos, en cambio, tuvieron zumbado a la población y a las autoridades en el primer semestre de 2020. A poco de decretarse la cuarentena y que el coronavirus se convirtiera en la mayor amenaza, el dengue se extendía de forma inédita y resistente a las bajas temperaturas del otoño. Los gobiernos municipal y provincial salieron a combatir a esta especie en paralelo a los hisopados y la puesta a punto de los centros médicos. Reinaba el desconcierto y encima, el aedes dando vueltas.

“El año pasado fue muy intenso el tema del dengue, y en medio d. la pandemia”, recordó y explicó las razones de su erradicación: “El aedes no soporta las bajas temperaturas, no sobreviven, en cambio el culex es distinto”. Sin embargo, confirmó: “Sabemos que hay aedes en la zona pero están sanos, solo se infectan con casos importados de zonas endémicas, es decir, no hay dengue, no hay circulación viral pero si los mosquitos transmisores”.

No los pierden de vista

Tasinato contó que su área utiliza ovitrampas (un dispositivo dond el mosquito pone sus huevos) para conocer si el aedes está en la zona: “Las hemos colocado en octubre y los hemos detectado”, sostuvo y explicó que, además acuden a una lupa especial que les permite descubrir su fisonomía en detalle.

Una característica singular son las marcas blancas en las patas. “Es negro y chiquito y detrás de la cabeza tiene una lira”, describió.

La manera de deshacerse del Aedes Aegypti, al igual que el culex, es eliminando sus larvas pero existen diferencias entre ellos: “El culex pone huevos todo el año directo en el agua, vos te acercas a una zanja en inverno con dos grados bajo cero y hay larvas, es posible que su ciclo se alargue pero va a nacer igual en cambio el aedes no pasa el invierno, ni los adultos ni los huevos”, precisó el especialista.

Otra cuestión que los distingue es que depositan sus huevos en zonas de aguas limpias. “Prefieren lugares menos contaminados, espacios más estrechos, como un florero en el cementerio, o en los restos de agua que conservan algunos objetos, por ejemplo un tarro de pintura, es por eso que el descacharrado es fundamental para quitar esos reservorios de larvas.

Por último, consideró que lo más recomendable es trabajar todo el año en la eliminación del huevo y no tanto así en el ejemplar adulto: “El 80 por ciento del mosquito es larva y un 20 por ciento está en vuelo”, advirtió.

Chikungunya y Zika

Además del dengue, el aedes puede trasmitir Chikungunya y Zika. Son las tres enfermedades virales causadas por la picadura del mosquito Aedes Aegypti. Esta especie de mosquito actúa como vector, es decir, como transmisor de los virus productores de estas enfermedades. El mosquito adquiere el virus al picar a una persona enferma. De esta manera, cada vez que pique a una persona, estará transmitiendo la enfermedad. Así continúa la cadena de propagación.

La transmisión de estas enfermedades sólo se produce por la picadura de mosquitos infectados, no se transmite de persona a persona, a través de los animales, ni de objetos. Con excepción del Zika, que además se transmite a través de relaciones sexuales.

Las hembras con virus Dengue, Chikungunya y Zika depositan sus huevos en las paredes de diferentes recipientes pequeños, artificiales y con paredes lisas. Cuando estos recipientes se llenan con agua, los huevos eclosionan y nace el mosquito adulto. Por esto, es fundamental practicar el descacharrado, para que no haya mosquitos adultos. 

Mantener limpios y ordenados los espacios.

Mantener los ambientes libres de mosquitos utilizando espirales, pastillas o insecticidas (siguiendo siempre las recomendaciones del fabricante) o sahumar con plantas secas encendidas (como romero, eucalipto, alcanfor o menta).

Colocar, en la medida de lo posible, telas metálicas o tejidos mosquiteros en puertas y ventanas.

Utilizar repelentes comerciales (de extra duración dado la menor frecuencia en que debe aplicarse), biorepelentes o repelentes caseros (se pueden utilizar siempre y cuando no haya un brote epidémico).

Revisar elementos que acumulen agua como por ejemplos floreros. En este caso, se puede cambiar el agua por arena húmeda.

Reutilizar, reciclar o reducir residuos sólidos que puedan convertirse en criaderos de mosquitos (por ejemplo: envases de alimentos y bebidas no retornables, etc.)

En el patio o jardín:

Vaciar baldes y latas para que no se acumule agua en ellos.

Tapar las botellas con o sin agua.

Poner bajo techo las cubiertas de neumáticos.

Mantener tapados los tanques de agua.

Limpiar diariamente los bebederos de animales (vaciarlos, cepillarlos y volverlos a llenar).