"Trazado Puentes apareció para romper con la lógica de participación roldanense”, arranca diciendo a Rosario3 Martín Gallastegui, quien fue uno de los primeros impulsores de lo que en 2019 nació como una red solidaria y luego se constituyó, personería jurídica mediante, como Asociación Civil Trazando Puentes, y cuyo objetivo central integrar a los nuevos habitantes de Roldán con los nacidos y criados en esa localidad del Gran Rosario. 

“Trabajamos siempre en red, proponiendo espacios nuevos y horizontales con otras instituciones, fomentando la participación ciudadana. Somos un espacio que integra a gente de toda la vida y gente que se vino a vivir sin ruidos. Tenemos representación en toda la ciudad y no en sectores”, agrega y da quizás en el clavo de una realidad que esa localidad viene atravesando desde hace ya una década cuando empezó a experimentar la llegada masiva de rosarinos a poblar los nuevos barrios que nacían al calor del Plan Procrear.

Roldán está, según registros oficiales, dentro de las tres ciudades de la provincia de Santa Fe que más crecieron poblacionalmente en la última década. Y este crecimiento no se dio sin contrastes entre los “nacidos y criados” y los rosarinos (por lo general parejas o familias con hijos chicos) que llegaron a esos lares con intención de vivir rodeados de verde.

Esos contrastes son los que Trazando Puentes intentó desdibujar desde lo solidario primero y desde lo cultural después. El crecimiento se fue dando de forma natural y el próximo 2 de abril inaugurarán su Casa Cultural ubicada en San Juan al 800, barrio América, emplazado en la zona norte de la localidad.

“Nuestro trabajo está enfocado desde lo comunitario, somos un centro cultural comunitario, pensando en la idea de comunidad como lo contrario a la lógica individual, formando espacios y proyectos colectivos: desde un taller de oficio para pensar en una unidad autogestiva o cooperativa, hasta el abordaje de situaciones de violencia o consumo donde el acompañamiento sea plural. Y Cultural desde el sentido amplio de la palabra. No solo el arte, sino las costumbres, los valores, la idiosincrasia”, explicó Gallastegui.

“Cuando se hizo la primera convocatoria como red solidaria, invitamos a la ciudadanía a sumarse y empezamos a trabajar con el armado de cajas navideñas, la misma convocatoria trajo gente diversa que se acercó y en esa composición se dio la unión de gente motivada por brindar una ayuda solidaria en la localidad y eso permitió que la diversidad se genere de forma autónoma. Y eso es uno de los valores de Trazando Puentes que hace que trascienda. No somos los mismos que empezamos pero esto vive circulando, no se dieron los motes de estos no son de acá o estos son todos rosarinos, sobrepasa esa rara disputa que alguien inventó para generar ruptura”, definió.

Sostén económico

Como toda ONG, Trazando Puentes comenzó 100% a pulmón en octubre 2019, con donaciones, un proyecto de Cáritas de cajas navideñas, del propio bolsillo de sus primeros integrantes.

“A raíz de empezar los papeles para la Personería que salió en octubre de 2020 pudimos empezar a capitalizar otro tipo de donaciones públicas y privadas. Muchas de las cosas que hacemos es a través de programas de Provincia o Nación. Cuando terminemos el trámite de exención de ganancias la idea es empezar a buscar aportantes privados”, señaló Gallastegui.

Un hito para la agrupación será la próxima inauguración de la Casa Cultural en abril ya que, entienden, tendrán un espacio físico para mostrar y eso confían en que les abrirá más puertas. Allí comenzarán trabajando con Adicciones y Violencia Familiar.

“Empezamos 10 personas, hay gente que suma para alguna campaña puntual. Tenemos una Mesa Coordinadora y un grupo mayor que serán unas 25 personas, de las cuales cualquiera puede participar de la Mesa, que funciona como una Comisión Directiva pero no lo es, sino que justamente coordina los diferentes proyectos que vamos trayendo”, amplió su integrante sobre el funcionamiento.

Primeros cursos 2022

En abril comenzarán a dictarse los primeros cursos 2022. Se trata de Huerta y Jardinería; Panificación; y Corte y Confección que bajarán a la localidad del Programa Santa Fe Más. Apuntan a jóvenes entre 18 y 30 años que estén sin trabajo y quieran aprender oficios con salida laboral.