Un proyecto en el Concejo contempla la transformación de terrenos baldíos u ociosos en “plazas de bolsillo”, reorientando el uso de estos espacios degradados “a lugares más limpios y seguros”, según plantea el texto que espera ser aprobado en la sesión de este jueves.

La iniciativa fue presentada por el concejal del espacio Creo (FPCyS) Fabrizio Fiatti, quien retomó otra presentada en el Concejo por el hoy intendente Pablo Javkin cuando era edil de la ciudad.

"Es un proyecto que comenzamos a trabajar con Pablo Javkin cuando era concejal y que va de la mano con el trabajo que viene haciendo el Ejecutivo para terminar con terrenos baldíos", aseguró Fiatti.

Para viabilizarlo, se propone que los propietarios de este tipo de terrenos cedan temporalmente su uso a la Municipalidad y sean beneficiados en términos de disminución impositiva.

A su vez el Estado local se encarga de la colocación de mobiliario urbano y el mantenimiento correspondiente por el plazo que se acuerde, promoviendo así “la apropiación del espacio público por parte de los vecinos”.

“La creación de estas plazas apuntan fundamentalmente a que los vecinos se apropien del espacio público, generando entornos más inclusivos en la ciudad, dependiendo del tamaño del terreno pueden transformarse en plazas, canchas de fútbol, o adaptarse a las necesidades de cada barrio”, agregó el edil oficialista.

Se estima que una quinta parte del suelo urbano de la ciudad son terrenos baldíos u ociosos y muchos de ellos generan problemas de higiene –por la conformación de basurales–, pero también se tornan inseguros porque muchas veces se forman espacios oscuros que generan una barrera urbana para los vecinos.

“Debemos empezar a pensar en los desafíos que nos propone la pospandemia y en ese sentido es fundamental que los vecinos puedan volver a sentirse dueños del espacio público. Se trata entonces de revalorizar y de poder contar con lugares que contribuyan al encuentro y a las posibilidades de recreación en los barrios de nuestra ciudad”, argumentó Fiatti.

Las "plazas de bolsillo" son una tendencia que tuvo su primera experiencia exitosa en Santiago de Chile y luego se reprodujo en Colombia, República Dominicana y varias ciudades del mundo. En este sentido, Rosario será pionera en el país en sumarse a esta idea para hacer más vivible y segura la trama urbana.