Una nube de plasma liberada a causa de una erupción solar que tuvo lugar el pasado 7 de diciembre, alcanzó la Tierra este miércoles, según reportó el Laboratorio de Astronomía Radiológica Solar del Instituto Físico de la Academia de Ciencias de Rusia.

La velocidad de la nube alcanza los 600 kilómetros por segundo, mientras que la temperatura del gas gira en torno de los 300.000 grados centígrados. En total, el planeta estuvo rodeado por la sustancia solar durante aproximadamente veinticuatro horas.

Según publicó RT, en un futuro no muy lejano, los científicos advierten que la Tierra deberá hacer frente a explosiones "decenas de veces más fuertes". Concretamente, el pico de la variación solar se proyecta para los años 2023-2025.